En la era de la transformación digital acelerada, la propiedad intelectual (PI) se ha convertido en uno de los principales activos estratégicos para las empresas tecnológicas. Más allá de su función tradicional de proteger invenciones, hoy la PI opera como una herramienta de posicionamiento global, defensa comercial y resiliencia corporativa. Casos como los de Huawei, Baidu y Asetek permiten ilustrar, desde distintos ángulos, cómo las patentes, la innovación y el enforcement se entrelazan en un ecosistema cada vez más competitivo.

El reciente lanzamiento del sistema operativo HarmonyOS para ordenadores por parte de Huawei no solo representa un esfuerzo tecnológico significativo, sino una declaración de soberanía digital. En un contexto de crecientes tensiones geopolíticas, la independencia tecnológica cobra un nuevo valor estratégico, en el cual la protección legal se convierte en un escudo esencial para evitar el aislamiento tecnológico.

En paralelo, la patente solicitada por Baidu para una inteligencia artificial capaz de interpretar emociones animalesabre un nuevo capítulo en la relación entre tecnología, ética y derecho. Este tipo de invenciones, en el cruce entre la innovación emocional y la protección legal, plantea interrogantes regulatorios aún no resueltos. ¿Es posible patentar la interpretación del sufrimiento o la alegría en seres no humanos?

Por su parte, Asetek, pionera en refrigeración líquida para PCs, enfrenta un desafío distinto: el final de su exclusividad legal sobre una tecnología central. La expiración de su patente más influyente revela el lado menos discutido de la PI: su carácter finito. En la ausencia de renovación o diversificación tecnológica, incluso los líderes pueden volverse vulnerables ante sus competidores.

Huawei y HarmonyOS: Patentes como Pilares de Independencia

Huawei ha enfrentado una década marcada por la presión internacional y la necesidad de redibujar su estrategia de innovación. La salida al mercado de HarmonyOS para ordenadores personales marca un intento decidido por reducir la dependencia tecnológica de sistemas occidentales como Android o Windows. Pero esta independencia no es meramente técnica: es también jurídica.

La empresa ha registrado más de 2.800 patentes vinculadas a HarmonyOS, lo que demuestra un enfoque proactivo para proteger cada componente innovador de su sistema. A través de estas solicitudes, Huawei no solo blinda legalmente sus avances, sino que sienta las bases para futuros litigios en caso de conflicto, una práctica común en mercados altamente litigiosos como el tecnológico.

El hecho de que HarmonyOS sea un sistema de código abierto, sin embargo, introduce un dilema estratégico: ¿cómo garantizar la protección de elementos diferenciadores sin desincentivar su adopción por terceros? Este modelo híbrido —entre apertura y control— exige un monitoreo constante y contratos de licencia bien estructurados que delimiten los márgenes del uso aceptado y el plagio.

Además, Huawei se enfrenta a un entorno en el que Microsoft y Apple han consolidado derechos robustos sobre interfaces, funcionalidades y experiencias de usuario. Cualquier similitud sustancial podría derivar en demandas por infracción. De hecho, Huawei ha sido previamente acusada de violaciones a secretos comerciales, lo que incrementa el escrutinio sobre sus nuevos productos.

Desde el punto de vista de la soberanía tecnológica, el avance de HarmonyOS representa un acto de afirmación nacional. Pero su consolidación en el mercado dependerá de algo más que su diseño técnico: requerirá generar confianza en su legalidad, interoperabilidad y sostenibilidad a largo plazo. Para saber más puedes leer: Huawei lanza ordenadores con sistema operativo de desarrollo propio.

Baidu y la IA Emocional para Mascotas: Un Territorio Legal Inexplorado

El gigante tecnológico Baidu sorprendió con la solicitud de una patente para un sistema de IA capaz de interpretar emociones en animales domésticos, abriendo así una nueva categoría de invenciones en el ámbito del aprendizaje automático aplicado a lo no humano. Esta innovación se diferencia de tecnologías anteriores que traducen sonidos o movimientos, al incorporar análisis multimodal de comportamiento, posturas y señales fisiológicas.

Desde la óptica de la propiedad intelectual, el alcance de esta patente es ambicioso. Al proteger algoritmos aplicados a bioseñales, Baidu podría obtener una ventaja considerable en sectores como la agrotecnología, el monitoreo veterinarioy el desarrollo de dispositivos de bienestar animal. No obstante, deberá evitar colisiones con patentes ya existentes en áreas como la biometría animal o el análisis conductual.

El terreno legal aquí es inestable. A medida que las tecnologías se acercan a dominios tradicionalmente biológicos o emocionales, la línea entre lo patentable y lo éticamente cuestionable se difumina. ¿Puede considerarse un algoritmo como intérprete válido de las emociones animales? ¿Qué implicaciones tendría su uso en entornos donde el bienestar animal está regulado por normativas específicas?

Además, el potencial comercial de esta invención enfrenta barreras regulatorias y sociales. En países con legislaciones robustas de protección animal, como la Unión Europea, la recolección automatizada de bioseñales podría ser considerada invasiva. Por otro lado, la comercialización de dispositivos basados en esta tecnología demandará rigurosas validaciones científicas y pruebas de eficacia, particularmente frente a competidores como PetPace, que ya ofrece collares inteligentes para monitorear la salud de perros y gatos.

Desde el enforcement, la dificultad será proteger algoritmos que pueden ser replicados o modificados por startups menores. Esto obliga a las grandes empresas como Baidu a construir ecosistemas tecnológicos cerrados o bien articulados contractualmente, donde la innovación no solo sea defendida por una patente, sino por una estructura de licenciamiento integral. Buscas más información sobre el tema, puedes leer lo que tu mascota siente y no puede decirte: el avance secreto que podría cambiarlo todo.

Asetek y la Expiración de su Patente: El Reloj de la Exclusividad Legal

Asetek ha sido durante dos décadas el líder indiscutible en tecnología de refrigeración líquida para computadoras de alto rendimiento. Su patente clave, la US8240362B2, cubría el diseño de bombas integradas con bloques de agua, lo que le permitió demandar con éxito a marcas rivales y consolidar un dominio técnico y comercial casi absoluto. Pero esa ventaja ha llegado a su fin.

Con la expiración de dicha patente, el mercado se abre a la competencia, permitiendo que empresas como Cooler Master o NZXT reproduzcan el diseño sin temor a sanciones legales. Desde la perspectiva de la PI, esto revela una verdad incómoda: las patentes, por más robustas que sean, tienen fecha de caducidad. Cuando una empresa no logra anticipar este momento, el golpe competitivo puede ser devastador.

Asetek ha anunciado que podría vender su unidad de refrigeración doméstica para enfocarse en el sector de data centers, donde aún mantiene tecnologías protegidas. Este movimiento estratégico es coherente con las prácticas de gigantes como IBM o Qualcomm, que rotan constantemente sus portafolios de patentes para asegurar su vigencia en distintos nichos.

Legalmente, el fin de la patente central puede dar lugar a una nueva etapa de enforcement basada en variantes técnicas. Aunque el núcleo de la invención ha perdido protección, Asetek aún conserva derechos sobre configuraciones alternativas, mejoras incrementales y metodologías accesorias. Esta táctica —llamada patent layering— puede permitirle conservar cierto poder disuasorio.

Para los consumidores, la expiración puede traducirse en precios más bajos y mayor variedad de productos. Pero también se avecina una posible guerra de patentes secundarias, donde las empresas buscarán diferenciarse en detalles técnicos mínimos. En este contexto, el verdadero diferenciador será la capacidad de innovar más allá de la protección legal. Quieres saber más del tema, lee Asetek perderá su ventaja clave en el mercado, la patente de las AIO.

Conclusión

Los casos de Huawei, Baidu y Asetek ofrecen una visión panorámica de los riesgos, oportunidades y contradicciones inherentes a la propiedad intelectual en la era de la innovación tecnológica. Desde la afirmación soberana hasta la frontera ética, pasando por el ciclo de vida legal de una patente, la PI se revela como una herramienta multifacética cuya correcta gestión es indispensable para sobrevivir en mercados globales.

Huawei ilustra cómo una estrategia de patentes bien estructurada puede sostener una ambición nacional, pero también cómo los desafíos de interoperabilidad y licenciamiento pueden limitar su alcance si no se gestionan con cuidado. Su caso demuestra que la soberanía tecnológica no es solo cuestión de desarrollo, sino de estructura legal sólida.

Baidu, por su parte, plantea preguntas fundamentales sobre los límites de la patentabilidad en ámbitos sensibles como las emociones no humanas. La tecnología avanza más rápido que las regulaciones, y esto obliga a los sistemas jurídicos a repensar sus marcos desde una perspectiva más ética y global.

En el extremo opuesto, Asetek encarna la vulnerabilidad de quienes dependen de una sola invención sin diversificación adecuada. Su experiencia destaca la importancia de mantener una cartera dinámica de patentes, así como de anticipar escenarios post-caducidad con visión estratégica.

La innovación, en definitiva, no es un hecho aislado. Es parte de una coreografía legal, técnica y comercial que debe ser diseñada con precisión. La propiedad intelectual, cuando se gestiona de forma estratégica, no solo protege lo creado: impulsa lo que está por venir.

El avance de la inteligencia artificial (IA) ha provocado un debate crucial sobre los límites de la creatividad humana y la necesidad de preservar los derechos que la protegen. Lejos de ser un conflicto técnico, el enfrentamiento entre algoritmos generativos y la propiedad intelectual toca fibras éticas, culturales y democráticas. Así lo expresó el escritor Manuel Rivas en su poderoso discurso al recibir el Premio Cedro 2025, donde defendió el rol del creador frente a un entorno cada vez más automatizado y voraz. ¿Cómo evitar que la IA transforme la cultura en un banco de datos despersonalizado? ¿Qué tipo de protección merecen los autores ante esta nueva forma de “minería creativa”? 

La Creatividad como Bien Común: Un Legado en Riesgo 

Para Rivas, la IA generativa representa un riesgo inédito para el patrimonio cultural: "una suerte de expolio del patrimonio intelectual global", donde los algoritmos entrenan sus modelos con millones de obras protegidas sin solicitar permiso ni ofrecer compensación. Este fenómeno recuerda a debates ya vividos con la llegada de Napster o Spotify, donde la digitalización de la música generó vacíos normativos sobre compensación justa. Sin embargo, ahora el conflicto no se limita a la reproducción, sino a la creación misma. 

La crítica se centra en que estas plataformas tecnológicas, al generar obras “originales” a partir de contenido ajeno, desafían no solo el concepto legal de autoría, sino su dimensión ética. Si un algoritmo escribe una novela basándose en los estilos de 10.000 escritores, ¿es eso una creación o una copia encubierta? El derecho de autor tradicional, basado en la autoría humana, se encuentra así en una encrucijada. 

La propuesta de Rivas se articula sobre tres principios rectores: consentimiento, transparencia y monetización justa. Es decir, los algoritmos deben pedir permiso para entrenarse, informar cómo lo hacen y compartir los beneficios obtenidos. Estos valores dialogan con marcos internacionales como el Convenio de Berna y la Directiva Europea sobre derechos de autor en el entorno digital

Tecnología y Deshumanización: Un Ciclo Repetido 

El temor a que la tecnología desplace al ser humano no es nuevo. Durante la Revolución Industrial, los luditas destruyeron telares por considerar que despojaban a los artesanos de su dignidad. Hoy, el miedo vuelve con rostro digital. Como advierte Rivas, la IA no solo replica habilidades creativas, sino que lo hace sin memoria ni emoción: compone sin vivir, escribe sin recordar, pinta sin sentir. 

Este fenómeno ha sido objeto de análisis de pensadores como Hannah Arendt, quien ya en 1958 advertía sobre la pérdida de agencia humana frente a sistemas tecnocráticos. En el presente, filósofos como Umberto Eco alertaban de la banalización del conocimiento, una preocupación que encuentra eco en las producciones automáticas de la IA generativa. 

Los sistemas de IA, al generar contenido sin intención estética o vivencia personal, banalizan la noción misma de cultura. Y es que la creación intelectual, además de técnica, es experiencia. Frente a una melodía compuesta por un modelo como Suno AI, ¿puede hablarse realmente de arte? 

Propiedad Intelectual y Democracia: Un Binomio Indisoluble 

En su discurso, Rivas subraya un aspecto fundamental: los derechos de propiedad intelectual son también derechos democráticos. Protegen la diversidad de voces, permiten la sostenibilidad del trabajo creativo y garantizan que las obras culturales reflejen una pluralidad de perspectivas. Sin ellos, el ecosistema creativo sería rápidamente absorbido por algoritmos sin rostro ni contexto. 

Este argumento se conecta con marcos como el Tratado de Marrakech, que equilibra el derecho de acceso con la protección autoral. Sin embargo, la IA se mueve aún en una “zona gris” legal: muchas jurisdicciones no consideran si el uso de obras protegidas para entrenamiento constituye infracción. ¿Quién responde si un modelo como ChatGPT genera un cuento con el estilo de Borges? 

La respuesta legal aún es difusa. Pero desde una perspectiva ética, el mensaje de Rivas es claro: debemos humanizar la tecnología, no deshumanizar la cultura. 

Ecología Cultural: La Conexión entre Ambiente y Creatividad 

Uno de los aportes más originales de Rivas es su analogía entre el ecosistema cultural y el ecológico. Así como la minería descontrolada degrada bosques y fuentes de agua, la extracción masiva de obras culturales por parte de la IA amenaza la biodiversidad creativa. Esta idea se alinea con la noción de “ecología de saberes” de Boaventura de Sousa Santos, quien defiende la coexistencia de múltiples formas de conocimiento. 

Desde esta perspectiva, sería legítimo plantear “reservas culturales” que protejan ciertas obras de ser utilizadas por la IA. No se trata de impedir el acceso al conocimiento, sino de regular su uso y redistribuir sus beneficios. 

Estas reservas podrían funcionar como licencias abiertas, al estilo de Creative Commons, pero con mecanismos claros de compensación para los autores. También podrían surgir fondos de reparto colectivo, similares al modelo que utiliza SAYCE en Ecuador para gestionar derechos musicales. 

Lecciones del Pasado, Desafíos del Futuro 

La historia de la propiedad intelectual está llena de momentos fundacionales que equilibraron derechos y acceso. El Estatuto de Ana, promulgado en 1710, fue la primera ley de derechos de autor moderna. Tres siglos después, Creative Commons transformó la forma de compartir obras. Hoy, la IA exige una tercera revolución: no tecnológica, sino normativa. 

En 2024, países como Estados Unidos y la Unión Europea ya han iniciado procesos legislativos para regular el uso de obras protegidas en el entrenamiento de IA (ver aquí). Sin embargo, la regulación por sí sola no es suficiente. Hace falta un cambio cultural que reconozca la centralidad del creador en la cadena de valor. 

Como dice Yolanda Díaz, vicepresidenta del Gobierno español, los modelos de IA “se lucran con el trabajo creativo ajeno”. El reto está en diseñar sistemas donde la IA complemente —y no compita con— la creación humana

Hacia una Ética de la Creación Compartida 

El conflicto entre IA y propiedad intelectual no es solo legal, sino existencial. En un mundo donde la creatividad puede ser simulada por máquinas, urge recordar que el arte no es solo resultado, sino proceso. Como escribió Rivas, “la memoria es un país donde todos tenemos derecho a vivir”. Ese país, hoy, necesita fronteras éticas que lo protejan. 

En lugar de temer a la tecnología, deberíamos diseñar marcos que la pongan al servicio de la cultura. Una IA entrenada con obras donadas voluntariamente, con autores remunerados y algoritmos auditables, no solo es posible: es necesaria. Solo así podremos asegurar que, en el futuro, las historias sigan teniendo alma. 

Bibliografía 

Arendt, H. (1958). La condición humana. Editorial Paidós. 

Boaventura de Sousa Santos. (2014). Epistemologías del Sur. Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO). 

CEDRO. (2025). Manuel Rivas, galardonado con el Premio CEDRO 2025. Centro Español de Derechos Reprográficos. 
Creative Commons. (2001). Sitio oficial de Creative Commons

Díaz, Y. (2024). Declaraciones recogidas en medios durante el Congreso de Cultura Digital. Disponible en El País. 

Eco, U. (2016). Reflexiones sobre la cultura y la tecnología. El País. 

Estatuto de Ana (1710). The Statute of Anne. British Library. 

OpenAI. (2024). ChatGPT

Reuters. (2024). Artificial Intelligence legislation around the world

SAYCE. (s.f.). Sociedad de Autores y Compositores del Ecuador

WIPO. (s.f.). Convenio de Berna para la Protección de las Obras Literarias y Artísticas

WIPO. (s.f.). Tratado de Marrakech

En un entorno económico impulsado por la innovación, el sistema de propiedad intelectual —y en particular, el régimen de patentes— se convierte en una herramienta clave para proteger, rentabilizar y defender las invenciones tecnológicas. Las patentes no solo otorgan derechos exclusivos a sus titulares sobre una invención, sino que también funcionan como instrumentos de control de mercado, herramientas de negociación y activos intangibles de alto valor en sectores tan diversos como la informática, la automoción o la electrónica de consumo.

Sin embargo, el papel de las patentes va mucho más allá de su función de registro. En la práctica, su eficacia depende del uso estratégico que las empresas hagan de ellas. Desde la anticipación en el registro hasta la ejecución de acciones legales por infracción, las decisiones que rodean a una patente pueden marcar el éxito o el declive de una organización. A lo largo del ciclo de vida de una patente —que generalmente abarca 20 años—, el contexto tecnológico, legal y comercial puede variar significativamente, lo que exige una gestión activa y adaptable del portafolio de derechos.

Los casos recientes de Asetek, Mazda y Alfa Romeo permiten analizar cómo el sistema de patentes se aplica en tres momentos diferentes: el vencimiento de una protección crítica, la solicitud temprana para salvaguardar desarrollos futuros, y el uso de registros de diseño como extensión de la estrategia de protección industrial. Estos ejemplos ponen en evidencia que el enforcement de patentes no solo responde a una infracción, sino que forma parte de una visión integral de desarrollo empresarial y posicionamiento competitivo.

En este artículo se analiza el valor jurídico y comercial de las patentes como núcleo de la propiedad intelectual tecnológica, considerando las implicaciones que su expiración, registro o divulgación pueden tener para las empresas. La gestión eficiente de este tipo de derechos puede significar la diferencia entre liderar un mercado o perderlo ante la competencia.

Asetek: la vida útil de una patente como ventaja competitiva

La empresa danesa Asetek representa un caso paradigmático de cómo una única patente bien gestionada puede convertirse en el eje de una estrategia comercial sostenida durante décadas. En 2005, Asetek registró su invención de un sistema de refrigeración líquida todo en uno (AIO) que integra una bomba en el bloque de agua de la CPU, una solución que se convertiría en estándar en la industria del hardware de alto rendimiento.

Durante 20 años, la patente US8240362B2 y su contraparte en Dinamarca permitieron a Asetek controlar una parte crítica del mercado tecnológico, mediante licencias o acciones legales contra competidores que intentaban replicar su diseño. Esta exclusividad no solo protegió su innovación, sino que le permitió establecer relaciones comerciales privilegiadascon fabricantes globales como ASUS y Corsair, quienes incorporaron la tecnología Asetek en sus productos sin necesidad de desarrollar alternativas.

Sin embargo, la naturaleza finita de la protección patentaria marca un antes y un después para Asetek. Con la expiración del derecho, el diseño puede ser utilizado libremente por otras empresas, lo que representa un riesgo considerable para un modelo de negocio basado en la exclusividad técnica. En este nuevo escenario, la empresa se ha visto forzada a reconsiderar su estrategia, explorando la posibilidad de vender su división de refrigeración a otros actores interesados en el sector de centros de datos.

El caso Asetek evidencia la necesidad de complementar la protección por patentes con otras formas de defensa jurídica —como el secreto industrial o la diversificación del portafolio—, así como la importancia de anticipar la expiración de los derechos exclusivos con planes de innovación o reconversión del negocio.Para saber más del tema, puedes leer Asetek perderá su ventaja clave en el mercado, la patente de las AIO.

Mazda: patentar hoy lo que otros intentarán copiar mañana

Frente al ejemplo de una patente que expira, Mazda muestra cómo el uso oportuno del sistema de propiedad intelectual puede ser una herramienta proactiva de protección y diferenciación. En un contexto donde la industria automotriz avanza hacia la electrificación, Mazda ha presentado una patente innovadora sobre la disposición interna de baterías en futuros modelos eléctricos, específicamente en su icónico deportivo MX-5.

Esta solicitud de patente, aunque aún no se ha traducido en un producto final, revela una estrategia clara de anticipación. Al registrar la solución antes de lanzarla al mercado, Mazda no solo asegura sus derechos en caso de que terceros intenten replicarla, sino que también establece un marco de referencia legal desde el cual podrá ejercer control sobre tecnologías similares en desarrollo.

Este tipo de patente no busca defender una tecnología consolidada, sino más bien proyectar una línea de evolución futura dentro de la empresa, blindando su camino ante posibles competidores. Además, la publicación de la solicitud genera un efecto disuasorio, advirtiendo a la industria sobre la existencia de derechos potenciales que podrían ser exigidos en un futuro cercano.

Desde la perspectiva de la propiedad intelectual, Mazda entiende que las patentes también cumplen una función de posicionamiento estratégico, permitiendo a las empresas no solo proteger lo que han creado, sino también lo que están por crear. Este enfoque fortalece su reputación como actor innovador y refuerza su capacidad para negociar licencias o alianzas con otras marcas. Para conocer más del tema, puedes leer la curiosa patente de Mazda para solucionar el gran problema de un futuro MX-5 eléctrico.

Alfa Romeo: patentes de diseño como defensa de la innovación visual

El caso del nuevo Alfa Romeo Stelvio 2025 se centra en otra dimensión del sistema de patentes: el registro de diseños industriales. Aunque estas figuras difieren técnicamente de las patentes de invención, ambas forman parte del ecosistema de propiedad industrial y cumplen un papel crucial en la protección de activos intangibles. En este caso, Alfa Romeo ha registrado imágenes detalladas de su nuevo SUV ante la oficina de patentes, anticipándose al lanzamiento comercial del modelo.

Esta estrategia responde a dos objetivos. En primer lugar, el diseño registrado otorga derechos exclusivos sobre la apariencia del producto, impidiendo que terceros imiten sus características visuales distintivas. En segundo lugar, permite a la marca controlar el flujo de información previa al lanzamiento, generando expectativa sin renunciar al amparo legal.

Desde una perspectiva de enforcement, el registro de diseños industriales fortalece la capacidad de respuesta jurídica frente a imitaciones o réplicas no autorizadas, sobre todo en mercados donde las copias visuales son frecuentes. Esta protección se convierte en un escudo contra el llamado “parasitismo de diseño”, una práctica común en sectores como el automotriz, la moda o los electrodomésticos.

El caso Alfa Romeo confirma que el sistema de patentes y diseños industriales debe ser considerado de forma integral y estratégica, no como un trámite aislado, sino como un componente esencial de la innovación empresarial. Si buscas más información, puedes ver, el nuevo Alfa Romeo Stelvio 2025 se deja ver en las fotos de patente.

Patentar no es un trámite, es una estrategia

Los tres casos analizados —Asetek, Mazda y Alfa Romeo— ilustran cómo las patentes y otros derechos conexos son mucho más que simples registros técnicos. Son activos que otorgan poder en la mesa de negociación, permiten controlar mercados, y ofrecen una plataforma sólida para el crecimiento basado en innovación.

En primer lugar, el caso Asetek nos recuerda que toda patente tiene una fecha de vencimiento, y que su expiración puede abrir la puerta a una competencia feroz si no se ha previsto un plan de transición. Esto subraya la importancia de integrar el ciclo de vida de las patentes en la planificación empresarial y no depender exclusivamente de un único derecho.

En segundo lugar, Mazda demuestra que el valor de una patente también reside en su temporalidad anticipada: registrar una invención antes de que exista una amenaza real permite construir un marco preventivo, limitar el accionar de terceros y potenciar la imagen de marca como innovadora y pionera.

Finalmente, el uso de diseños industriales por parte de Alfa Romeo refleja que el sistema de propiedad intelectual puede —y debe— abarcar todas las dimensiones del producto: desde su funcionamiento técnico hasta su estética visual. Esta visión holística permite fortalecer el enforcement y actuar rápidamente ante infracciones en múltiples frentes.

En conclusión, el sistema de patentes no es un fin en sí mismo, sino un instrumento de estrategia legal y comercial. Las empresas que comprenden esto no solo protegen su innovación, sino que consolidan una ventaja competitiva sostenible. En tiempos de cambio acelerado, invertir en propiedad intelectual es apostar por el futuro.

Las empresas multinacionales enfrentan hoy una presión sin precedentes para proteger sus activos intangibles en un entorno de constante cambio normativo. En este escenario, la protección de las marcas —y su enforcement efectivo— se convierte en una prioridad estratégica. Instrumentos regulatorios como la Directiva de Denunciantes en Europa, la Ley de Prevención de Extorsión Extranjera en Estados Unidos, y reformas en Asia y América Latina, imponen nuevas obligaciones y abren espacios para combatir infracciones de propiedad intelectual. La vigilancia de la PI ya no es solo un asunto corporativo: es un imperativo de cumplimiento legal y reputacional en la economía global actual. 

El enforcement de marcas en este contexto enfrenta retos complejos: la fragmentación normativa entre regiones, la necesidad de actuar con agilidad ante riesgos emergentes, y el uso creciente de tecnología como blockchain o inteligencia artificial para combatir infracciones. Al mismo tiempo, la colaboración entre entidades públicas y privadas se fortalece, exigiendo a las empresas respuestas más rápidas y programas de compliance adaptados a realidades locales y globales. 

Este artículo examina cómo las transformaciones regulatorias en distintas regiones del mundo afectan la protección de marcas y otros derechos de propiedad intelectual. Asimismo, analiza las estrategias que las empresas deben adoptar para defender sus activos en un entorno de riesgos múltiples e interconectados. 

Europa: Protección de Denunciantes y Vigilancia de Propiedad Intelectual 

La Directiva (UE) 2019/1937 relativa a la protección de denunciantes ha modificado radicalmente la gestión de riesgos de propiedad intelectual en Europa. Ahora, los empleados pueden reportar anónimamente la falsificación de marcas, uso no autorizado de licencias o vulneraciones a secretos industriales, bajo la protección de canales seguros y sin temor a represalias (Directiva UE 2019/1937). 

Esta medida impacta directamente en los programas de compliance de PI: las empresas deben integrar mecanismos de detección temprana de infracciones en sus operaciones diarias. Ignorar o minimizar las denuncias podría derivar en sanciones regulatorias severas y, peor aún, en daños a la reputación comercial de las marcas

Sin embargo, la implementación de la directiva presenta asimetrías en la región. Mientras países como Francia y Alemania han avanzado en su aplicación, otros como Polonia o Hungría presentan retrasos, complicando la gestión uniforme del enforcement de marcas en operaciones multinacionales. 

En este escenario, las empresas deben reforzar la capacitación interna en temas de PI, sensibilizar a sus colaboradores sobre los riesgos asociados a las infracciones de marca y establecer protocolos claros de investigación interna para responder eficazmente a las denuncias. En Luzuriaga & Castro, trabajamos en la protección estratégica de activos intangibles, integrando programas de compliance adaptados a las exigencias de cada jurisdicción. 

Asia: Reformas Legislativas y Lucha contra la Falsificación 

Asia, epicentro de innovación y comercio global, ha tomado medidas significativas para fortalecer la protección de marcas. China, bajo su Ley de Propiedad Intelectual 2021, aumentó las multas por falsificación e introdujo procedimientos acelerados para resolver disputas de marca, elevando los niveles de confianza en su sistema judicial (Ley de PI de China). 

En 2023, China registró 7.8 millones de solicitudes de patentes, incluyendo registros de marcas, lo que refleja la creciente importancia estratégica de la PI en su modelo económico (Informe OMPI 2023). Este crecimiento ha incentivado también una mayor vigilancia en el mercado para detectar productos falsificados. 

Japón, por su parte, ha impulsado iniciativas pioneras como el uso de blockchain para rastrear la autenticidad de productos, fortaleciendo la trazabilidad y reduciendo las posibilidades de fraude en sectores clave como la tecnología y el farmacéutico (JPO Annual Report 2023). 

El sudeste asiático, si bien avanza en regulación, enfrenta retos derivados de escándalos de corrupción, como el caso de malversación en Vietnam por USD 12.4 mil millones, que afectó licencias de marcas extranjeras (Financial Times). Estos eventos refuerzan la necesidad de contar con una defensa sólida. Nuestro equipo ofrece asesoría y representación legalfrente a falsificaciones y uso no autorizado de marcas

EE.UU.: Anticorrupción y Protección de Activos de Propiedad Intelectual 

En diciembre de 2023, Estados Unidos promulgó la Foreign Extortion Prevention Act (FEPA), que criminaliza el soborno a funcionarios extranjeros, incluyendo prácticas para facilitar el uso ilegítimo de marcas, obtener licencias o evadir procesos de enforcement (FEPA 2023). 

La FEPA complementa la FCPA y plantea una amenaza directa para empresas cuyos activos más valiosos son marcas y patentes. Ahora, no solo las infracciones de propiedad intelectual son riesgos legales: la corrupción que las encubre también lo es. 

Un ejemplo práctico: en 2023, una empresa biotecnológica que descubrió sobornos en México relacionados con licencias de patentes se benefició de una reducción de sanciones tras autodenunciarse al Departamento de Justicia en cuestión de horas (DOJ Corporate Enforcement Policy). 

En Luzuriaga & Castro, incorporamos estas nuevas exigencias en los programas de cumplimiento normativo, con protocolos específicos para prevenir riesgos de infracción, corrupción y fuga de activos de PI en procesos corporativos. 

Otras Regiones: Tendencias Emergentes y Nuevos Paradigmas 

En Oriente Medio, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita han reforzado sus leyes anticorrupción para proteger sectores intensivos en propiedad intelectual, como la tecnología y el entretenimiento. Esto responde a su estrategia de diversificación económica y a su interés en atraer inversión extranjera. 

Brasil ha dado un paso adelante mediante el uso de inteligencia artificial para detectar irregularidades en contratos públicos vinculados a transferencias de tecnología y licencias de marca (Doing Business 2023). 

En el Reino Unido, la nueva Economic Crime and Corporate Transparency Act 2023 amplía la responsabilidad penal corporativa para incluir delitos relacionados con la manipulación de activos de PI (UK Economic Crime Act). Esto obliga a fortalecer los procesos de due diligence sobre licencias, transferencias y adquisiciones de marcas

Estas tendencias muestran un claro mensaje: el enforcement de marcas y activos intangibles se encuentra ahora firmemente entrelazado con las políticas de anticorrupción y transparencia global. 

La Protección de Marcas como Pilar Estratégico 

La transformación regulatoria en curso redefine el rol de la propiedad intelectual en las estrategias de cumplimiento empresarial. La protección de marcas ya no es un tema exclusivo de litigios comerciales: es un componente central en la defensa contra riesgos regulatorios, de corrupción y reputacionales. 

Las empresas que integren la gestión activa de marcas en sus programas de cumplimiento —con auditorías internas periódicas, canales de denuncia efectivos, monitoreo tecnológico avanzado y colaboración transfronteriza— estarán mejor posicionadas para afrontar los desafíos del nuevo entorno global. 

En un mundo cada vez más regulado y transparente, la fortaleza de una marca ya no solo se mide por su valor comercial, sino también por su capacidad de resistir a riesgos legales y éticos. En esta nueva era, proteger las marcas es proteger la credibilidad, la competitividad y el futuro mismo de las organizaciones. 

Bibliografía 

Unión Europea (2019). Directiva (UE) 2019/1937 del Parlamento Europeo y del Consejo relativa a la protección de las personas que informen sobre infracciones del Derecho de la Unión

Departamento de Justicia de EE.UU. (2023). Corporate Enforcement Policy (actualizada en 2023)

Congreso de Estados Unidos (2023). Foreign Extortion Prevention Act (FEPA)

Gobierno de China (2021). Ley de Propiedad Intelectual de la República Popular China (enmiendas)

Reino Unido (2023). Economic Crime and Corporate Transparency Act 2023

OMPI (2023). World Intellectual Property Report: Innovation in a Time of Crisis

Oficina de Patentes de Japón (2023). Annual Report on Intellectual Property Activities

Banco Mundial (2023). Doing Business 2023: Enforcing Intellectual Property Rights

Transparency International (2023). Corruption Perceptions Index 2023

Bloomberg Law (2023). Yonekura, S. & Sullivan, M. Rising Global Enforcement Pressure Puts Multinationals on Notice

Hogan Lovells (2023). Global Anti-Corruption Review

Risk Global Consulting (2023). Actualizaciones en Cumplimiento Normativo

Las patentes están en el centro de las disputas más complejas del presente: desde quién lidera la inteligencia artificial hasta cómo se innova en industrias tradicionales como la alimentaria o la comercial. Más que un simple registro, una patente es una declaración de valor, de intención y de estrategia. Y su vigencia es clave para comprender los movimientos económicos, tecnológicos y legales de nuestro tiempo.

Las patentes operan como eje transversal en conflictos globales, proyectos disruptivos e intentos de reconquista comercial. Lejos de ser un tema técnico aislado, las patentes revelan dinámicas de poder, innovación y protección frente al uso indebido.

Este artículo examina tres casos representativos: el ascenso de China como potencia en patentes de IA, el intento de McDonald's por reingresar a Rusia mediante registros locales, y una invención colombiana que reconfigura la distribución de la cerveza. Cada uno muestra cómo el sistema de patentes puede ser motor de cambio, barrera de entrada o carta de negociación, dependiendo de quién y cómo lo utilice.

 

China y la inteligencia artificial

China se ha consolidado como el mayor titular mundial de patentes en inteligencia artificial, con más del 60 % de las solicitudes registradas a nivel global, según datos de la OMPI. Este avance no solo refleja un esfuerzo sostenido en investigación y desarrollo, sino también una estrategia deliberada para blindar su soberanía tecnológica mediante el sistema de propiedad intelectual.

A través de reformas institucionales, la Administración Nacional de Propiedad Intelectual de China ha agilizado los procesos de examen de patentes, emitido guías específicas para IA y atacado prácticas como el registro de marcas maliciosas. Estas acciones permiten que las empresas innovadoras se protejan en un entorno de competencia feroz y potencien su capacidad de influencia en la definición de estándares internacionales.

Desde la perspectiva legal, este enfoque plantea interrogantes clave: ¿como equilibrar la rapidez de innovación con la calidad del examen de patentes? ¿Cuál es el rol de los tratados internacionales ante un posible dominio asiático del ecosistema de la IA? La defensa de las patentes en este contexto se vuelve no solo una herramienta jurídica, sino también geopolítica.

Este caso también evidencia cómo la protección efectiva de patentes puede convertirse en un instrumento de resiliencia ante restricciones externas, como las que ha impuesto Estados Unidos a la exportación de chips. China ha optado por redoblar su apuesta por modelos propios y tecnologías locales, impulsando un ecosistema autónomo donde las patentes son la base estructural. Para saber más del tema, puedes leer: China se convierte en la primera titular mundial de patentes de inteligencia artificial.

 

McDonald's en Rusia

En otro ámbito del derecho de la propiedad industrial, McDonald’s ha solicitado registrar su marca en caracteres cirílicos ante la oficina rusa de patentes, buscando allanar su posible regreso al país (fuente). Aunque se trata formalmente de una solicitud marcaria, el movimiento abre una ventana al uso estratégico del sistema de propiedad intelectual como mecanismo de reentrada a mercados regulados.

En este contexto, las patentes también desempeñan un rol relevante. Los procedimientos para proteger productos alimenticios, fórmulas, empaques o sistemas logísticos pueden generar un cerco legal que dificulte a nuevos operadores replicar estándares o innovaciones previas. Además, la gestión global de activos intangibles obliga a las empresas a anticipar posibles conflictos regulatorios o culturales, como la traducción y localización de signos distintivos o la compatibilidad técnica de sus invenciones con normativas locales.

El caso McDonald's pone de relieve cómo la propiedad intelectual no solo es una defensa en escenarios de salida (como ocurrió tras su retiro en 2022), sino una llave de retorno, que permite a las compañías recuperar mercado sin partir desde cero. El hecho de que la empresa haya conservado sus registros principales incluso tras la venta de activos evidencia una estrategia clara de gestión patrimonial en IP.

Desde una lectura jurídica más amplia, se refuerza la necesidad de mantener vigentes y bien administradas las carteras de propiedad intelectual, sobre todo en jurisdicciones sujetas a cambios políticos o económicos abruptos. Este tipo de planificación estratégica es clave para la sostenibilidad y continuidad de las marcas globales. Buscas más información, lee McDonald's sopesa su vuelta a Rusia.

 

La cerveza instantánea colombiana

En Colombia, un grupo de investigadores logró registrar dos patentes asociadas a un producto inédito: la cerveza instantánea en cápsulas, que permite su preparación desde casa con las mismas propiedades sensoriales que una cerveza tradicional. Este desarrollo, además de ser una muestra clara del poder transformador de la innovación, ejemplifica el valor de las patentes para estructurar una estrategia de mercado sólida desde su fase más temprana.

Las invenciones no solo abarcan el proceso de concentración por congelación, sino también el diseño de las cápsulas y la tecnología de gasificación, abriendo nuevas oportunidades en logística, comercialización y sostenibilidad. Gracias a estas patentes, el producto puede entrar al mercado con ventajas competitivas claras, evitar la copia por terceros y atraer inversionistas que valoren el respaldo legal como un factor de seguridad.

Legalmente, este tipo de desarrollos plantea retos técnicos en la redacción y protección de solicitudes, especialmente cuando hay componentes químicos, mecánicos y funcionales involucrados. En estos contextos, el acompañamiento especializado permite maximizar la protección y anticipar riesgos regulatorios o comerciales.

Además, este caso ofrece una valiosa lección en términos de impacto social. La protección de la invención permitirá escalar la producción y generar empleos, además de reducir la huella ambiental del transporte de bebidas. Una muestra concreta de cómo las patentes no solo protegen la innovación, sino que pueden promover sostenibilidad y desarrollo económico regional. Para saber más del caso, puedes leer Investigadores colombianos crearon una cerveza instantánea.

Conclusión

Los tres casos analizados reflejan distintos frentes donde las patentes juegan un papel decisivo: el liderazgo tecnológico global, la estrategia comercial multinacional y la innovación de base en mercados emergentes. En todos ellos, la propiedad intelectual se consolida como una herramienta de poder, no solo legal, sino también económico, social y político.

Proteger las invenciones no es una acción decorativa ni un trámite secundario. Es una estrategia que permite escalar, resistir desafíos externos y transformar mercados. La patente adecuada, bien gestionada y defendida, puede significar la diferencia entre ser un líder de mercado o quedar relegado frente a competidores más preparados.

Cada 26 de abril celebramos el Día Mundial de la Propiedad Intelectual, una fecha instaurada por la OMPI para reconocer el valor de la creatividad, la innovación y los derechos que las respaldan. Este 2025, la celebración se mueve al ritmo de la música, destacando cómo los derechos de propiedad intelectual (PI) no solo protegen la labor de compositores, intérpretes y productores, sino que también fortalecen toda una economía creativa interconectada. 

La música, como lenguaje universal, trasciende fronteras y sectores. Su vínculo con la PI es esencial para garantizar la sostenibilidad del ecosistema creativo. En este contexto, desde Luzuriaga & Castro Abogados reafirmamos nuestro compromiso no solo en la defensa jurídica de estos derechos, sino también en la formación de quienes deben hacerlos cumplir. Por eso, nos unimos a esta celebración resaltando nuestras acciones en capacitación y divulgación como parte fundamental del fortalecimiento institucional. 

Propiedad intelectual y música: una sinfonía legal 

La música es una de las expresiones más evidentes del potencial creativo humano. Detrás de cada melodía existen derechos que resguardan el trabajo, la inversión y la identidad cultural de sus creadores. Desde los derechos de autor sobre letras y composiciones hasta los derechos conexos de los intérpretes y productores, la PI articula un complejo entramado legal que garantiza que los beneficios económicos y morales lleguen a quienes dan vida a la música. 

Sin embargo, este entramado enfrenta desafíos contemporáneos: el streaming, la inteligencia artificial generativa, la viralización en plataformas como TikTok, la piratería digital y los usos no autorizados en contenido generado por usuarios. Cada uno de estos fenómenos pone a prueba la eficacia del marco legal y la capacidad de respuesta de autoridades y titulares de derechos. Celebrar el Día Mundial de la PI desde la música es también una oportunidad para visibilizar estos desafíos y repensar las respuestas que requiere un mercado en constante evolución. 

Capacitación como defensa activa de la PI 

En Luzuriaga & Castro hemos comprendido que la defensa efectiva de la propiedad intelectual no se limita a los tribunales. Requiere instituciones fuertes, operadores jurídicos bien formados y un ecosistema que valore la innovación y la creatividad como motores del desarrollo. Por eso, desde hace varios años hemos desarrollado un programa de capacitaciones dirigido a autoridades aduaneras, policías y funcionarios públicos encargados de controlar, vigilar y sancionar delitos contra la PI. 

Estas jornadas han abordado temáticas clave como: 

Tal como lo destacamos en nuestro artículo “La importancia de la capacitación en propiedad intelectual para autoridades aduaneras”, el conocimiento especializado permite una reacción oportuna y coherente frente a los delitos contra la PI. Nuestra experiencia también evidencia que la formación genera confianza, articulación institucional y mejora la calidad de las decisiones administrativas. 

PI, creatividad y conexión social 

Más allá del enfoque legal, este Día Mundial de la PI también nos invita a reflexionar sobre cómo la propiedad intelectual conecta a las personas. La música, en particular, tiene la capacidad de evocar emociones, contar historias y generar identidad colectiva. Pero ninguna canción existiría sin protección adecuada para su autor o sin condiciones legales que permitan su circulación justa en el mercado. 

Desde el diseño de políticas públicas hasta el desarrollo de tecnologías para identificar infracciones, la PI construye puentes entre la creatividad y la innovación. En este sentido, iniciativas como el programa IP Youth Ambassadors de la OMPI o los estudios sobre música y propiedad intelectual en América Latina abren caminos para una cultura legal que protege y promueve el arte. 

Conclusión 

Este 26 de abril, el Día Mundial de la Propiedad Intelectual nos recuerda que la música no solo se escucha: también se defiende. En Luzuriaga & Castro, celebramos esta fecha ratificando nuestro compromiso con la protección de los derechos que hacen posible la creación artística. Lo hacemos en los juzgados, en las fronteras y, sobre todo, en las aulas. 

Porque cuando una autoridad reconoce una infracción, cuando un joven artista registra su primera canción o cuando una marca protege la música que inspira su identidad, la propiedad intelectual cumple su promesa de ser motor de desarrollo, justicia y cultura. 

Bibliografía 

Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). (2025). Día Mundial de la Propiedad Intelectual 2025: Siente el ritmo de la PI.  

Luzuriaga & Castro Abogados. (2023). La importancia de la capacitación en propiedad intelectual para autoridades aduaneras.  

Luzuriaga & Castro Abogados. (2023). Defensa de la propiedad intelectual y la capacitación de autoridades: un desafío en evolución.  

Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI). (2023). Global Trade in Fakes: A Worrying Threat. OCDE-EUIPO Report.  

OMPI. (s.f.). Academia de la OMPI: Jóvenes embajadores de la PI.  

El combate contra las falsificaciones ya no es únicamente una preocupación de las marcas. Hoy, representa una prioridad global que articula múltiples niveles, desde las aduanas hasta las plataformas digitales, con un objetivo claro: proteger al consumidor, salvaguardar la economía legítima y garantizar la vigencia de los derechos de propiedad intelectual. En un escenario donde el 3.3% del comercio global está compuesto por productos falsificados (OCDE, 2023), la necesidad de acciones coordinadas y estrategias integrales se vuelve urgente. 

Este fenómeno afecta transversalmente: productos sin control de calidad llegan a manos de consumidores vulnerables, se erosionan las fuentes de empleo legítimo y se generan pérdidas multimillonarias para las empresas que innovan y cumplen la ley. En Europa, por ejemplo, la EUIPO estima que las falsificaciones generan pérdidas anuales de €83 mil millones, debilitando tanto a grandes corporaciones como a emprendimientos emergentes. 

El impacto tangible se evidencia en cifras contundentes. Solo en 2023, las aduanas de la Unión Europea incautaron 86 millones de productos falsificados, de los cuales el 23% representaba un riesgo directo para la salud. Desde juguetes con componentes tóxicos hasta electrónicos inseguros, las falsificaciones desafían los sistemas de control tradicionales, demandando respuestas más inteligentes y articuladas. 

Este artículo explora los mecanismos especializados de enforcement, estrategias sectoriales, cooperación público-privada y desafíos emergentes, evidenciando cómo la lucha contra las falsificaciones se ha convertido en un ecosistema multidimensional que protege no solo activos comerciales, sino derechos fundamentales del consumidor. 

Mecanismos Especializados contra Falsificaciones 

Los mecanismos actuales combinan inteligencia artificial, marcos legales específicos y procedimientos simplificados para actuar con rapidez frente al tráfico de productos falsificados. Herramientas tecnológicas como el Intellectual Property Module (IPM) de la OMA han transformado la capacidad de respuesta de las aduanas. Con una base de más de 5 millones de registros de PI, este sistema se encuentra integrado en 78 administraciones y permite identificar con una precisión del 92% productos sospechosos. 

Un caso paradigmático es la Operación Fake Star (2022), donde algoritmos de reconocimiento de patrones detectaron 12.000 paquetes con relojes Rolex falsificados en Heathrow. Asimismo, la implementación del sistema FAST en Singapur ha reducido el tiempo promedio de inspección de 45 a solo 7 minutos por envío sospechoso. 

El respaldo legal resulta igualmente decisivo. El Reglamento (UE) 608/2013 permite a las aduanas actuar de oficio, reteniendo mercancías sospechosas y autorizando su destrucción en un plazo de 96 horas. En 2023, este mecanismo se aplicó en 23.000 casos. Por otro lado, la STOP Act de EE. UU. exige el envío previo de datos electrónicos para los paquetes postales, lo que logró una reducción del 38% en las falsificaciones detectadas por esta vía. 

Estos sistemas funcionan como el primer filtro para frenar la circulación de productos falsificados. La combinación entre tecnología y normativa especializada permite actuar antes de que estos artículos lleguen a las manos del consumidor, reduciendo riesgos sanitarios, económicos y legales. 

Estrategias Sectoriales Contra Falsificaciones 

Una de las claves en la lucha contra falsificaciones es adoptar enfoques diferenciados por categoría de producto, adaptando los recursos y tecnologías según los riesgos y características de cada sector. En la industria farmacéutica, por ejemplo, el sistema EMVO permite la serialización y verificación de medicamentos en el 98% del mercado europeo, bloqueando más de 550.000 unidades falsas en 2023. 

El sector lujo ha optado por soluciones basadas en blockchain. El programa AURA, impulsado por LVMH, permite autenticar productos desde su origen hasta el punto de venta. En 2023, esta tecnología facilitó 17.000 incautaciones coordinadas con aduanas, demostrando su eficacia como herramienta preventiva. 

En la electrónica, el Proyecto CHIP desarrollado por la EUIPO ha implementado análisis de componentes mediante espectrometría portátil, logrando reducir en un 32% las falsificaciones de semiconductores entre 2022 y 2023. Estas estrategias permiten actuar en tiempo real, adaptando los métodos de verificación a las particularidades de cada sector. 

La cadena de valor del enforcement se estructura en tres fases: prevención, interceptación y seguimiento. La prevención incluye la formación de 45.000 oficiales aduaneros por parte de la Academia RILO de la OMA. La interceptación se refuerza con escáneres de última generación como el sistema ECO, y el seguimiento se apoya en análisis forenses y cooperación con organismos como Europol para desmantelar redes. 

Cada eslabón de esta cadena suma valor, construyendo un sistema reactivo y proactivo, capaz de anticiparse a las nuevas formas que adoptan los delitos contra la propiedad intelectual. 

Cooperación Público-Privada: Pilar del Ecosistema Antifalsificaciones 

La colaboración entre el sector público y privado ha demostrado ser uno de los motores más eficaces del enforcement moderno. Modelos como los Centros de Inteligencia Conjunta, incluyendo el IP Crime Center de INTERPOL o el Anti-Counterfeiting Group en Reino Unido, permiten procesar más de 15.000 reportes anuales provenientes de empresas, activando operaciones coordinadas a nivel internacional. 

Otro ejemplo exitoso es el programa de Operadores Económicos Autorizados (AEO) en la UE. Estas empresas certificadas, actualmente más de 3.200, se benefician de inspecciones reducidas (<2%), facilitando el comercio legal y fortaleciendo la trazabilidad de productos legítimos. 

Las tecnologías colaborativas también cumplen un rol central. La plataforma ACIS, utilizada en 42 países, permite el intercambio de inteligencia sobre rutas y métodos de operación de las redes de falsificación. Por su parte, IPM Connect, desarrollada por la EUIPO, permite a las empresas registrar sus derechos directamente con las aduanas, con más de 58.000 derechos registrados en 2023. 

Estas herramientas demuestran que ningún actor puede combatir las falsificaciones de forma aislada. La coordinación entre empresas, gobiernos y organismos multilaterales permite cerrar el círculo de protección en todos los niveles de la cadena comercial, protegiendo tanto a consumidores como a operadores legítimos. 

Retos Emergentes y Soluciones Innovadoras 

El escenario actual presenta desafíos complejos. Uno de los más relevantes es la fragmentación de envíos: el 82% de las falsificaciones incautadas llegan en paquetes menores a 2 kg, lo que encarece el proceso de inspección (entre 18 y 25 dólares por paquete, frente a 3–5 para contenedores). Esto multiplica los puntos de entrada y exige capacidades adaptativas para su detección. 

Los mercados digitales opacos agravan el panorama. Según la OCDE, el 68% de las falsificaciones se venden a través de plataformas de terceros, pero solo el 12% de estos marketplaces implementa verificaciones sistemáticas de autenticidad. Esto abre una brecha que facilita la circulación de productos ilícitos, sin control directo por parte de las autoridades o de los titulares de derechos. 

Sin embargo, las soluciones emergen con fuerza. El sistema TITAN de la OMA utiliza IA predictiva para analizar 142 variables por envío, logrando una precisión del 94% en la identificación de productos falsificados. En América Latina, el proyecto CADENA está probando el uso de blockchain aduanero, ofreciendo trazabilidad completa desde el origen hasta el destino, y reduciendo las falsificaciones en un 41% en sus pilotos. 

Las unidades móviles FAST, equipadas con laboratorios portátiles y espectrómetros Raman, permiten verificar productos en menos de 15 minutos. Estas soluciones innovadoras consolidan un control ágil y eficaz, capaz de actuar en un entorno de comercio digital dinámico y en expansión. 

Un Ecosistema Integral 

La lucha contra las falsificaciones ya no puede abordarse de forma fragmentada. Requiere una visión ecosistémica que articule tecnología avanzada, cooperación institucional, marcos legales dinámicos y formación continua. Solo así es posible construir barreras inteligentes capaces de filtrar productos ilícitos sin frenar el comercio legítimo. 

Los países que han adoptado enfoques integrales —como Singapur o Suiza— han logrado reducir la circulación de productos falsificados hasta en un 60% en menos de cinco años. Estas experiencias demuestran que el enforcement efectivo no solo protege la propiedad intelectual, sino que resguarda la salud pública, la confianza del consumidor y la competitividad empresarial. 

Mirando hacia el futuro, se hace indispensable avanzar hacia una armonización global de estándares, una adopción acelerada de tecnologías disruptivas y una mayor fiscalización de los entornos digitales. Solo así se podrá transformar a las fronteras, físicas y virtuales, en verdaderos filtros inteligentes que resguarden la economía legítima y los derechos de los consumidores. 

Bibliografía 

OCDE & EUIPO. (2023). Trends in Trade in Counterfeit and Pirated Goods. OECD Publishing. 

EUIPO. (2023). Annual Report on the Enforcement of Intellectual Property Rights. 

WCO (World Customs Organization). (2023). IPM Annual Impact Report. 

European Commission. (2023). Report on EU customs enforcement of intellectual property rights: Results at the EU border – 2022.  

US Customs and Border Protection (CBP). (2023). Intellectual Property Rights Seizure Statistics – Fiscal Year 2022.  

INTERPOL. (2023). IP Crime and Illicit Goods – Global Strategy 2023–2026.  

EMVO (European Medicines Verification Organisation). (2023). Annual Performance Report

EUIPO Observatory. (2023). Status Report on IPR Infringement.  

LVMH. (2023). AURA Blockchain Consortium – Securing Authenticity

CADENA Project (CAF – Banco de Desarrollo de América Latina). (2023). Blockchain Aduanero en América Latina: Resultados y Perspectivas. 

WCO Academy. (2023). RILO Customs Enforcement Training Programs

EUIPO. (2023). IPM Connect Platform.  

La proliferación del phishing a través de mensajes directos en redes sociales representa una amenaza creciente para la privacidad de los usuarios y la seguridad de los sistemas digitales. Este tipo de fraude, basado en tácticas de ingeniería social, ha evolucionado en su forma y alcance, afectando no solo a usuarios individuales sino también a empresas e instituciones cuya imagen puede verse comprometida por ataques de suplantación. El aumento de estos casos ha encendido las alarmas entre organismos de ciberseguridad, autoridades de protección de datos y departamentos de compliance, que deben abordar este fenómeno desde un enfoque preventivo, técnico y legal. 

Desde la perspectiva del compliance, el phishing por mensajes directos plantea una serie de desafíos críticos. Las organizaciones no solo deben proteger sus propios activos digitales, sino también garantizar que sus usuarios, clientes y empleados estén suficientemente informados y protegidos frente a este tipo de ataques. Esto implica establecer protocolos internos, cumplir con las normativas de protección de datos aplicables y colaborar con las autoridades ante incidentes de seguridad. 

El presente artículo analiza este fenómeno desde una óptica general, examinando su funcionamiento, su impacto en la privacidad y los datos personales, los marcos normativos aplicables en Europa y América Latina, y las medidas clave de compliance que deben adoptarse para mitigar sus efectos. 

¿Cómo operan los fraudes de phishing por mensajes directos? 

El phishing por mensajes directos (DM) en redes sociales se basa en la manipulación emocional y la suplantación de identidad para inducir al usuario a entregar información confidencial. Plataformas como Instagram, Facebook y X han sido blanco recurrente de este tipo de ataques, en los que los estafadores simulan ser entidades oficiales para engañar a los usuarios. 

Estos mensajes suelen adoptar un tono urgente o amenazante, advirtiendo de supuestas infracciones a normas de la comunidad o a derechos de autor, y ofreciendo un enlace para "apelar" o "verificar" la cuenta. El objetivo es conducir al usuario a un sitio externo —falsamente similar al legítimo— donde se le solicita ingresar sus credenciales. La amenaza de suspensión de la cuenta en 24 o 48 horas busca generar una reacción impulsiva que impida al usuario verificar la autenticidad del mensaje. 

Este tipo de fraude combina factores técnicos y psicológicos. Utiliza perfiles falsos con nombres y logos similares a los oficiales, textos alarmistas con errores de redacción y URLs acortadas o disfrazadas. Incluso han existido casos donde los atacantes comprometen cuentas verificadas para dotar al engaño de mayor legitimidad. Desde la perspectiva de compliance, esto obliga a implementar medidas de seguridad adicionales tanto en el front-end (comunicación con el usuario) como en el back-end (detección y neutralización de patrones de actividad sospechosa). 

Riesgos para la privacidad y los datos personales 

El principal riesgo derivado de estos ataques es el acceso no autorizado a datos personales. Cuando un usuario entrega sus credenciales a un sitio fraudulento, el atacante puede tomar control total de su cuenta, accediendo a mensajes, contactos, fotos, videos e información sensible. Esta situación no solo constituye una intrusión a la privacidad, sino también una violación directa a los principios fundamentales de protección de datos, tales como la confidencialidad, la seguridad y la licitud del tratamiento. 

La suplantación de identidad posterior al ataque puede tener efectos multiplicadores: los delincuentes pueden enviar nuevos mensajes de phishing desde la cuenta comprometida, engañando a contactos cercanos. En casos donde las cuentas están vinculadas a otras plataformas o se usan con fines comerciales, el daño se extiende a clientes, empleados o comunidades completas. Las víctimas pueden sufrir robo de identidad, extorsión o exposición pública de información privada. 

Desde el punto de vista del compliance, una intrusión de este tipo puede constituir una “violación de seguridad” que debe ser reportada a las autoridades competentes, especialmente si hay implicaciones transfronterizas. Además, exige revisar y reforzar las políticas internas de tratamiento de datos, mecanismos de autenticación y respuesta ante incidentes. 

Marco normativo: obligaciones de seguridad en Europa y Latinoamérica 

El Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la Unión Europea establece en su artículo 32 la obligación de implementar medidas técnicas y organizativas adecuadas para garantizar la seguridad del tratamiento. Si una red social sufre una brecha que compromete datos personales, debe notificar a la autoridad de control y, en determinados casos, a los propios afectados (Arts. 33 y 34). El incumplimiento puede conllevar sanciones de hasta el 4% de la facturación global de la empresa. 

En América Latina, países como México, Argentina, Colombia, Ecuador y Brasil cuentan con normativas inspiradas en el RGPD que imponen deberes similares. Por ejemplo, la Ley Federal de Protección de Datos Personales en Posesión de los Particulares (México) y la Ley 25.326 (Argentina) exigen garantizar la seguridad de los datos frente a accesos no autorizados. En Colombia, la Ley 1581 de 2012 establece el principio de seguridad como pilar fundamental del tratamiento de datos personales. 

En todos estos marcos, se entiende que las plataformas tecnológicas tienen una obligación proactiva de prevenir ataques como el phishing. El hecho de que el engaño se dirija al usuario no exime a la empresa de responsabilidad si se demuestra una falta de medidas razonables para prevenir la suplantación o notificar a tiempo una brecha de seguridad. Esto implica la necesidad de actualizar permanentemente los sistemas de seguridad, entrenar al personal y cooperar con las autoridades cuando sea necesario. 

Medidas de compliance digital para prevenir y mitigar el phishing 

Un programa de compliance efectivo frente al phishing en redes sociales debe partir de una política de tolerancia cero ante este tipo de fraudes. En primer lugar, las empresas deben establecer protocolos claros de comunicación con el usuario, dejando en evidencia qué canales son oficiales y cómo actuar ante mensajes sospechosos. La transparencia es clave para evitar confusiones. 

Además, es fundamental contar con herramientas técnicas que permitan detectar y bloquear mensajes de phishing automáticamente, mediante inteligencia artificial y monitoreo de patrones sospechosos. La autenticación de dos factores debe promoverse activamente entre los usuarios, especialmente aquellos con cuentas de alto perfil. También es aconsejable limitar la posibilidad de enviar mensajes masivos desde cuentas nuevas o no verificadas. 

En el plano organizacional, las empresas deben incluir el phishing como un riesgo específico en sus matrices de cumplimiento. Esto implica entrenar regularmente a empleados, especialmente a quienes gestionan cuentas corporativas, en la detección de amenazas. Se deben realizar simulaciones de ataque, auditorías periódicas de seguridad y establecer canales internos de denuncia rápida ante posibles fraudes. 

La colaboración con autoridades de protección de datos, CERTs nacionales y organismos de ciberseguridad es otra pieza esencial. Compartir patrones de ataque, URLs utilizadas y métodos de suplantación puede facilitar la investigación y desarticulación de redes criminales más amplias. Asimismo, una respuesta coordinada y documentada ante incidentes puede servir como prueba de diligencia ante una eventual revisión por parte de las autoridades. 

Conclusión 

El phishing por mensajes directos en redes sociales no solo constituye una amenaza técnica, sino también un desafío legal y reputacional que exige una respuesta coordinada desde el compliance. Las organizaciones deben entender que la protección de los datos personales no termina en los servidores, sino que abarca toda la experiencia del usuario, incluidos los canales de comunicación y el diseño de las plataformas. 

Un enfoque de compliance robusto —que integre medidas técnicas, políticas claras, educación interna y colaboración externa— permite reducir significativamente el riesgo de que estas estafas afecten a usuarios y empresas. La protección de datos personales no debe ser vista como una mera obligación legal, sino como un compromiso con la confianza digital y la sostenibilidad de los entornos virtuales. 

La prevención del phishing es, en última instancia, una responsabilidad compartida entre usuarios, empresas y autoridades. Solo con una cultura de seguridad sólida, acompañada de mecanismos efectivos de respuesta y mejora continua, será posible mantener la integridad de nuestros datos en un mundo cada vez más interconectado y vulnerable. 

Bibliografía 

El sistema de patentes, concebido como un incentivo para fomentar la innovación tecnológica y científica, enfrenta hoy un entorno cada vez más complejo. En teoría, las patentes buscan premiar la creatividad otorgando exclusividad temporal a quienes logran avances significativos. Sin embargo, en la práctica, este sistema se encuentra en constante tensión entre la protección de los derechos del inventor y el interés público por el acceso a productos esenciales, la libre competencia y la evolución tecnológica. En este escenario, las patentes no solo son un instrumento legal, sino también una poderosa herramienta estratégica.

Actualmente, distintos sectores industriales —desde el farmacéutico hasta el automotriz y el tecnológico— hacen uso intensivo del régimen de propiedad intelectual para posicionarse en el mercado, prolongar sus ventajas competitivas y anticiparse a nuevos desarrollos. Casos recientes como la demanda desestimada contra Bristol Myers Squibb por supuestas prácticas anticompetitivas, el registro de patentes para una motocicleta eléctrica por parte de BMW y TVS, y el ascenso de China como potencia global en patentes de inteligencia artificial, evidencian que las disputas en torno a la innovación han trascendido lo técnico para instalarse en el terreno económico, geopolítico y legal.

Este artículo analiza estos tres casos clave desde la perspectiva del sistema de patentes, destacando no solo los aspectos técnicos de cada uno, sino también sus implicaciones en materia de competencia, acceso, regulación y liderazgo tecnológico. A través de esta mirada, se busca comprender cómo las decisiones en torno a la propiedad intelectual están moldeando el presente y el futuro de industrias críticas, y cómo estos escenarios plantean desafíos importantes para países en desarrollo que buscan participar activamente en la economía del conocimiento.

Monopolios farmacéuticos y litigios estratégicos: el caso Pomalyst

El reciente fallo del Tribunal del Distrito Sur de Nueva York a favor de Bristol Myers Squibb (BMS) desestimó la demanda colectiva que acusaba a la empresa de mantener un monopolio sobre el medicamento Pomalyst. El caso puso en evidencia uno de los usos más polémicos del sistema de patentes: el evergreening o alargamiento artificial de exclusividades mediante la acumulación de patentes menores. Entre 2017 y 2020, BMS (y su subsidiaria Celgene) obtuvo múltiples patentes adicionales y presentó litigios contra fabricantes de genéricos como Teva y Mylan, lo que, según los demandantes, retrasó injustamente la entrada de versiones más económicas al mercado.

Sin embargo, el juez determinó que no existía evidencia suficiente de fraude ni de que las demandas fueran infundadas. Desde una perspectiva jurídica, este fallo reitera la importancia de probar objetivamente la mala fe en la adquisición y aplicación de patentes. No basta con mostrar la acumulación de patentes o el número de demandas: se requiere probar su carácter abusivo o fraudulento.

Este precedente plantea un debate crucial: ¿en qué momento la protección legítima de la innovación se convierte en una barrera artificial al acceso a medicamentos? Pomalyst generó más de 3.500 millones de dólares en ingresos en 2024, y el caso demuestra cómo las estrategias de propiedad intelectual pueden tener un profundo impacto en los costos para sistemas de salud y consumidores.

La controversia no es aislada. Casos similares, como los litigios contra AbbVie por Humira en EE. UU. o las investigaciones por abuso de posición dominante en Europa, muestran que el sistema de patentes puede ser instrumentalizado para fines anticompetitivos. En América Latina, donde los genéricos son clave para el acceso, estas dinámicas deben ser monitoreadas cuidadosamente. Para saber más lee: La empresa BMS logra desestimar la demanda colectiva que alega monopolio de Pomalyst.

BMW, patentes y el futuro eléctrico sobre dos ruedas

En otro frente del sistema de patentes, BMW y su socio indio TVS Motor han registrado nuevas patentes para lo que sería la primera motocicleta eléctrica enchufable de la marca alemana. Este paso revela cómo el uso estratégico de las patentes no solo protege innovaciones técnicas, sino que también anticipa el posicionamiento en nuevos mercados y modelos de negocio.

Los registros detallan un diseño que rompe con la lógica de los scooters eléctricos tradicionales, al reubicar las baterías a ambos lados del chasis y ofrecer configuraciones intercambiables, lo que podría facilitar la diversificación de modelos en distintas gamas y países. Además, el uso de transmisiones por correa y motores comparables al King EV Max apunta a una plataforma modular que podría ser escalable y adaptable a regulaciones locales.

Este enfoque modular y patentado abre un abanico de posibilidades: desde motocicletas económicas aptas para el carnet A1 en Europa hasta modelos premium en América y Asia. Las patentes aseguran a BMW no solo exclusividad en los mercados donde se lancen primero estos modelos, sino también una herramienta legal frente a posibles imitaciones o desarrollos paralelos en una industria altamente competitiva.

La estrategia también refleja la relevancia de las alianzas globales: mientras BMW aporta diseño y reputación, TVS proporciona capacidad de manufactura y conocimiento del mercado emergente. Este tipo de colaboraciones demuestra cómo las patentes no son solo un instrumento de protección, sino una pieza clave en la arquitectura de innovación abierta y cooperación industrial. Puedes conocer más en: La moto eléctrica de BMW será realidad en 2025.

Inteligencia artificial, patentes y competencia global: el ascenso de China

El AI Index 2025, elaborado por la Universidad de Stanford, reveló una transformación significativa en el liderazgo global en inteligencia artificial. Aunque EE. UU. continúa dominando en lanzamientos de modelos, China ha recortado la distancia con 15 desarrollos en 2024, y lidera en la cantidad de publicaciones científicas y solicitudes de patentes de IA. Este dato no es menor: las patentes son un indicador clave del nivel de sofisticación tecnológica de un país.

La propiedad intelectual se convierte aquí en una herramienta de política industrial. Desde 2015, China ha invertido en educación, infraestructura y propiedad intelectual en IA, consolidando una estrategia nacional que busca liderazgo tecnológico. Este crecimiento se refleja en modelos como DeepSeek, que ha logrado competir en descargas con plataformas como ChatGPT.

El uso intensivo del sistema de patentes también evidencia una diferencia de enfoque: mientras Silicon Valley tiende a priorizar el código abierto, China apuesta por una mayor protección patentaria en sus modelos, lo que puede generar tensiones con los principios de interoperabilidad y acceso a tecnologías emergentes.

Este escenario plantea un reto para América Latina: el bajo número de solicitudes de patentes relacionadas con IA en la región indica que aún estamos lejos de participar activamente en esta nueva ola tecnológica. Sin políticas públicas que fomenten la investigación, el registro de patentes y la colaboración universidad-empresa, el riesgo es pasar de consumidores a simples espectadores en la carrera global de la IA. Si quieres saber más, lee: China muestra crecimiento en la calidad de desarrollos de IA.

Conclusión

Los tres casos presentados reflejan la complejidad del ecosistema de patentes en la actualidad. Lejos de ser un mero mecanismo de protección, las patentes son utilizadas como herramientas estratégicas para dominar mercados, defender posiciones competitivas y configurar alianzas industriales globales. Ya sea en la industria farmacéutica, automotriz o tecnológica, el sistema de propiedad intelectual está en el centro de los principales debates sobre innovación, acceso y poder de mercado.

Desde una perspectiva jurídica y técnica, resulta esencial revisar los límites del sistema: evitar su abuso sin desincentivar la innovación. Asimismo, es clave fortalecer capacidades locales para participar activamente en este juego global. Para América Latina, este desafío implica una combinación de reformas legales, inversión en ciencia y tecnología, y desarrollo de capacidades institucionales en propiedad intelectual.

Las patentes no solo protegen inventos: definen quién tiene la capacidad de innovar, producir, y, en última instancia, transformar el mundo.

En el vertiginoso avance de la tecnología, las patentes se han convertido en piezas clave que no solo protegen invenciones, sino que también revelan las aspiraciones más audaces de las industrias. Tres recientes solicitudes de patentes de gigantes como Ford, Nintendo y Sony nos ofrecen una ventana a ese futuro: un cambio manual simulado en coches eléctricos, el uso de inteligencia artificial para el reescalado gráfico y mandos de consola alimentados por energía solar. Más allá del impacto técnico, estos casos permiten reflexionar sobre cómo las patentes moldean la experiencia de usuario, la percepción del diseño y los posibles conflictos en el ecosistema de propiedad intelectual.

El diseño industrial y las invenciones patentables son muchas veces el primer paso hacia una diferenciación de mercado. Sin embargo, no todas las patentes se materializan en productos finales. Y cuando lo hacen, emergen preguntas clave: ¿cómo se protegen los elementos que afectan la experiencia sensorial? ¿Qué sucede cuando varias tecnologías se solapan? ¿Estamos preparados legal y éticamente para los dilemas que se avecinan?

Ford y el retorno sensorial en un mundo eléctrico

La industria automotriz ha abrazado con fuerza el paradigma eléctrico, priorizando la eficiencia y el rendimiento. Sin embargo, la patente de Ford sobre una transmisión manual simulada para coches eléctricos marca un retorno inesperado: recuperar la experiencia emocional de conducción.

Según la solicitud, el sistema imita el comportamiento de una caja de cambios manual tradicional, aunque no haya engranajes ni conexión mecánica real. El conductor tendría una palanca que ofrece resistencia, vibración y retroalimentación simulada, generada por un controlador electrónico que modula el par motor. Este diseño, que podría recordar al rugido de un V8, busca atraer a conductores nostálgicos y a entusiastas del control manual.

Desde el punto de vista de la propiedad intelectual, este desarrollo plantea interrogantes interesantes. ¿Qué parte del diseño es funcional y qué parte es estética o sensorial? ¿Cómo se delimita el alcance de una patente que imita sensaciones? Las respuestas a estas preguntas no solo afectarán a Ford, sino también a cualquier competidor que desee ofrecer “experiencias” similares. Esto hace que los diseños industriales, las funcionalidades técnicas y hasta los algoritmos de control deban ser cuidadosamente delimitados en términos legales. Para saber más puedes leer: Esta patente hace soñar con coches eléctricos con cambio manual, o al menos así lo plantea Ford.

Nintendo y la carrera por el reescalado inteligente

En el mundo del videojuego, Nintendo ha apostado por la eficiencia más que por la potencia bruta. La reciente reactivación de su patente de reescalado por inteligencia artificial para la Nintendo Switch 2 confirma esta estrategia: convertir gráficos de baja resolución (540p) en imágenes de alta definición (1080p) sin comprometer la fluidez del juego.

La tecnología planteada busca mantener los 60 fotogramas por segundo estables, y aunque no está confirmada su implementación definitiva, deja clara la intención de competir con soluciones como el DLSS de NVIDIA. En términos de patentes, el desafío no está solo en proteger un algoritmo, sino en cómo ese algoritmo interactúa con otros sistemas ya patentados o comercialmente establecidos.

Además, el uso de IA para procesos gráficos plantea nuevas tensiones en el ámbito de la propiedad intelectual. ¿Puede una mejora visual generada por IA ser objeto de protección adicional? ¿Qué sucede si el reescalado introduce elementos visuales que podrían considerarse una forma de diseño derivado? Estas preguntas, hoy todavía en debate, ponen en jaque a los marcos jurídicos tradicionales de patentes, especialmente cuando hablamos de tecnologías emergentes que transforman radicalmente la experiencia del usuario. Quieres saber más del tema, puedes revisar: Nueva patente apunta a que Nintendo busca su propio estilo HD-2D.

Sony y el dilema energético de los mandos solares

El avance hacia dispositivos sostenibles no se detiene, y Sony ha registrado una patente para controles de PlayStation que funcionan con energía solar. El objetivo: superar las limitaciones de las baterías convencionales, cuya vida útil, coste y peligros potenciales generan creciente preocupación.

La patente describe mandos equipados con células fotovoltaicas ubicadas estratégicamente, capaces de recargarse con luz solar y reducir la necesidad de conectores o recambios. Esta innovación podría no solo cambiar el diseño de los controles, sino establecer un nuevo estándar de sostenibilidad en la industria del entretenimiento interactivo.

Sin embargo, el camino de esta patente también puede estar lleno de obstáculos. Desde una perspectiva jurídica, podría entrar en conflicto con otras tecnologías similares si no se define con precisión la innovación. ¿Hasta qué punto es original el sistema de recarga solar? ¿Cómo se protegen sus elementos técnicos sin interferir con soluciones ya existentes en sectores como la electrónica de consumo? El debate no solo es técnico, sino también estratégico, en un entorno donde la acumulación de patentes puede bloquear o ralentizar el avance de competidores. Quieres conocer sobre esta patente, visita: ¿El futuro? Sony registra patente para controles de PlayStation alimentados por energía solar.

Conclusión

Los tres casos analizados —Ford, Nintendo y Sony— revelan un patrón común: la creciente sofisticación de las patentes no solo como escudos legales, sino como declaraciones de intención de marca. Cada patente plantea oportunidades, pero también desafíos. Las fronteras entre diseño, funcionalidad e innovación se difuminan, y el sistema de propiedad intelectual debe adaptarse para seguir siendo relevante.

Al mismo tiempo, se vuelve cada vez más esencial una mirada crítica sobre las implicaciones de estas tecnologías: ¿favorecen la competencia o consolidan monopolios? ¿Fomentan una innovación abierta o refuerzan barreras de entrada? En ese contexto, tanto diseñadores como juristas están llamados a colaborar más estrechamente que nunca, para asegurar que la propiedad intelectual cumpla su propósito original: impulsar el desarrollo, sin sofocar la creatividad ni el acceso justo a las nuevas soluciones.

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