La propiedad intelectual, en la actualidad, es un pilar para proteger y fomentar la creatividad y la innovación. En este escenario, los términos “copyright” y “derechos de autor” surgen como temas de interés. Estos conceptos definen ciertas reglas legales que controlan la creación y el uso de obras intelectuales en diferentes partes del mundo. Aunque estos dos términos legales comparten un sistema común, presentan diferencias importantes que afectan tanto a los creadores como a los usuarios de contenido protegido.
El copyright, enraizado en la tradición jurídica anglosajona, se basa en un enfoque económico que otorga a los titulares de derechos un monopolio temporal sobre el uso de sus obras. Por otro lado, los derechos de autor, más comunes en sistemas legales continentales, reconocen no solo los aspectos económicos, sino también los derechos morales del autor sobre su obra. Esta dualidad de enfoques refleja la diversidad cultural y legal que caracteriza al campo de la propiedad intelectual en todo el mundo.
En un entorno donde la información y la creatividad fluyen constantemente a través de las fronteras, entender las diferencias entre copyright y derechos de autor se vuelve crucial para aquellos involucrados en la creación, distribución y consumo de contenido. La protección adecuada de los derechos de propiedad intelectual no solo promueve la innovación y la diversidad cultural, sino que también garantiza un equilibrio justo entre los intereses de los creadores y el acceso público al conocimiento y la cultura.
En el mundo legal, el derecho de propiedad intelectual y el derecho de propiedad industrial conviven de manera armoniosa en muchas culturas legales continentales, incluyendo la nuestra. Pero en el ámbito anglosajón, que incluye a países como el Reino Unido y Estados Unidos, la idea de propiedad intelectual cubre tanto el copyright (equivalente a los derechos de autor) como la propiedad industrial.
Aquí, la protección legal de la creatividad y la innovación se enmarca dentro de un mismo sistema, pero con enfoques diferentes. El copyright, que es equivalente a los derechos de autor en otros contextos, se enfoca en proteger las expresiones creativas, como obras literarias, musicales y artísticas. Por otro lado, la propiedad industrial se centra en la protección de invenciones, marcas y diseños industriales.
Esta convergencia de áreas legales en el ámbito anglosajón refleja una comprensión completa de la importancia de proteger tanto la creatividad artística como la innovación técnica. Al incluir tanto el copyright como la propiedad industrial bajo el paraguas de la propiedad intelectual, se busca proporcionar un marco legal completo que fomente la creatividad y la innovación en todas sus formas, promoviendo así el progreso cultural y tecnológico en la sociedad.
En el mundo legal, el derecho de autor y el copyright son dos conceptos que a menudo se confunden, pero tienen diferencias significativas.
El derecho de autor reconoce al creador de la obra. Este derecho surge desde el momento en que la obra es creada, y no necesita ser publicada. El derecho de autor comprende tanto los derechos patrimoniales, que son los derechos económicos y pueden ser transferidos a través de una venta, herencia o regalo, como los derechos morales, que son inalienables e imprescriptibles. Los derechos morales incluyen el derecho al reconocimiento de la autoría de la obra y el derecho a la integridad de la obra. Por lo tanto, el derecho de autor protege al autor en tanto persona que mantiene una conexión moral con su obra.
Por otro lado, el copyright aparece cuando la obra ha sido publicada y está asociado a la idea de que todos los derechos están reservados. A diferencia del derecho de autor, el copyright se limita a la obra y no comprende al creador. El copyright comprende sólo los derechos patrimoniales de una obra, es decir, los derechos puramente económicos. Se entiende que la obra es un producto de consumo y, como tal, su propietario puede trasladar su posesión a otro.
Estos dos conceptos tienen diferentes tratos dependiendo del país. En el caso de Ecuador, mientras que el derecho de autor se justifica en un derecho natural del autor sobre su obra, el copyright estaría siendo justificado por su naturaleza utilitaria en la búsqueda de la proliferación de nuevas obras.
Entender las diferencias entre copyright y derechos de autor es crucial para aquellos involucrados en la creación, distribución y consumo de contenido. La protección adecuada de los derechos de propiedad intelectual no solo promueve la innovación y la diversidad cultural, sino que también garantiza un equilibrio justo entre los intereses de los creadores y el acceso público al conocimiento y la cultura.
Cuando se desea utilizar una obra protegida por derechos de autor, ya sea en Europa o en otras partes del mundo, es necesario obtener el permiso del dueño. Si el autor falleció hace menos de 70 años, se debe contactar a sus herederos para obtener esa autorización.
Existen excepciones que permiten usar obras protegidas sin mencionar al creador, como cuando el autor ha fallecido hace más de 70 años, convirtiendo la obra en dominio público, o en contextos educativos donde no es necesario nombrar a los autores. Sin embargo, fuera de Europa, existe otro tipo de derecho de autor llamado “Common Law”: el Copyright.
El derecho de autor es la rama legal que protege los derechos del autor sobre sus creaciones intelectuales. También se considera un derecho humano, según lo establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948.
En términos generales, en Ecuador, la protección de los derechos de autor dura toda la vida del autor más 70 años después de su muerte. Esto se aplica a los derechos patrimoniales, mientras que los derechos morales se protegen de manera indefinida.
En el ámbito del Derecho de Autor, el registro es declarativo, lo que significa que la obra está protegida desde el momento de su creación, según el Código Orgánico de la Economía Social de los Conocimientos, Creatividad e Innovación. Sin embargo, se recomienda registrar la obra en el SENADI para obtener ciertos beneficios legales y formalizar la creación de un activo intangible.
Según el mismo código, la protección abarca todas las obras literarias, artísticas y científicas originales que puedan ser reproducidas o divulgadas de cualquier manera. Esto incluye una amplia gama de creaciones como libros, obras de arte, música, películas, software y más. Además, se pueden registrar los contratos de explotación de estas obras de forma opcional.
El Copyright, representado por el símbolo ©, protege las obras literarias. Este derecho da al autor y a sus herederos el control exclusivo sobre su propiedad intelectual. Aunque se parece a los derechos de autor, hay diferencias importantes. Por ejemplo, el Copyright se centra en la obra en lugar del autor y requiere registro en países como Canadá, Estados Unidos, Australia y el Reino Unido.
Para obtener el Copyright, se debe presentar una solicitud en una oficina especializada. Aunque el proceso varía según el país, una vez obtenido, el símbolo © puede mostrarse en obras literarias como una señal de protección legal. Es importante saber que las obras están protegidas automáticamente en la mayoría de los países firmantes del Convenio de Berna.
La piratería ha tenido graves consecuencias en Ecuador, según el SENADI. Los altos índices de piratería han afectado especialmente a la industria musical y cinematográfica, dificultando la recuperación de inversiones y causando el cierre de negocios.
Los derechos de autor tienen dos categorías principales: derechos patrimoniales y derechos morales. Los derechos patrimoniales permiten al autor controlar cómo se usa y distribuye su obra. Los derechos morales, por otro lado, protegen la integridad de la obra y el reconocimiento de la autoría.
La propiedad intelectual, representada por conceptos como el copyright y los derechos de autor, juega un papel crucial en la protección y promoción de la creatividad y la innovación. Aunque estos términos pueden parecer similares, tienen diferencias importantes en su enfoque y aplicación legal. Mientras que el copyright se centra en la protección de la obra en sí misma, los derechos de autor reconocen tanto los aspectos económicos como los morales del autor sobre su obra.
La piratería, especialmente notable en países como Ecuador, tiene graves consecuencias en la industria creativa y cultural. Dificulta la recuperación de inversiones y afecta negativamente a los negocios legítimos. Por lo tanto, es crucial entender las diferencias entre copyright y derechos de autor para aquellos involucrados en la creación, distribución y consumo de contenido protegido.
La protección adecuada de los derechos de propiedad intelectual no solo fomenta la innovación y la diversidad cultural, sino que también garantiza un equilibrio justo entre los intereses de los creadores y el acceso público al conocimiento y la cultura. En última instancia, esta protección contribuye al progreso cultural y tecnológico en la sociedad, promoviendo un entorno en el que la creatividad pueda florecer y ser debidamente reconocida y recompensada. Esto es esencial para un futuro donde la creatividad y la innovación son cada vez más valoradas.
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