Medio millón de sorbetes biodegradables creados a base del bagazo de la caña de azúcar fueron exportados el viernes pasado por la empresa ecuatoriana Empack a la ciudad de Iquique, Chile.
Además, en esta semana se espera enviar un cargamento similar a Miami, Estados Unidos, y en enero a El Salvador.
Santiago Paliz, gerente de Empack, afirma que “varias puertas” se abrieron luego de que en agosto este Diario publicó la historia de sus sorbetes, que se degradan en un máximo de 25 meses: “Desde que salió (la nota) recibimos varias llamadas de empresas nacionales e internacionales”.
En el mercado chileno los sorbetes serán distribuidos por una empresa local de productos biodegradables que no tenía entre su catálogo pajillas.
“En Chile ya está en vigencia la prohibición de varios productos plásticos y se está incentivando el consumo de productos biodegradables. Ellos (empresarios chilenos) nos buscaron cuando vieron el reportaje de EL UNIVERSO. Vinieron a Ecuador y se llevaron muestras”, dice Paliz.
Empack entregó todos los documentos para que las autoridades chilenas permitan el ingreso del producto, lo cual luego fue aprobado por los respectivos organismos de control. La idea, según Paliz, es enviar un contenedor de 20 pies cada dos o tres meses.
“También logramos sacar nuestro certificado de origen en Ecuador, lo que significa que llegan a Chile con preferencia arancelaria”, añade.
En cambio, para la exportación a Miami, EE. UU., solo se esperaba que lleguen los empaques de la empresa extranjera que los compró: “Es una pequeña muestra. Ellos quieren que se les envíen dos contenedores. Hemos hablado con futuros clientes en México, Canadá”.
Además, los dueños de una franquicia internacional de comida rápida, con presencia en Ecuador, también adquirieron los sorbetes de Empack para varios de sus locales en el país, pero se los llevarían a establecimientos en otras naciones.
“A los dueños de la marca en Estados Unidos les pareció un excelente producto y piensan llevarlo para la cadena (de locales) que tienen en ese país”, señala Paliz.
En varias cafeterías reconocidas, establecimientos de venta de yogures y una marca de supermercados ya entregan varios de sus productos acompañados con estos sorbetes.
“En Ecuador hemos tenido aceptación, claro no de todos ya que hay algunas cadenas que todavía se resisten a creer que nosotros (los ecuatorianos) somos capaces de producir algo nuevo”, señala. (I)
Fuente: Diario El Universo