Las vallas colocadas en el bulevar de la calle Lizardo Ruiz, en Cotocollao (norte de Quito) no han impedido que las ventas informales retornen a este espacio público.

A las 10:10 del pasado sábado 5 de enero del 2019, cinco agentes metropolitanos, que recorrían ambas aceras del bulevar, pedían a los comerciantes sin permiso que se retiren de la esquina de calles De La Prensa y Lizardo Ruiz. Unos hacían caso a la primera llamada de atención y otros intentaban persuadir a los agentes, pero al final terminaron por retirarse del lugar.

Elena Herrera vende artículos de limpieza de manera informal para mantener a su familia. Confiesa que no tiene para pagar el arriendo de un local y, aunque, sabe que no es permitido, no encuentra otra forma de ingreso económico.

Quienes tienen locales comerciales en ese sector se oponen a la ventas informales en las aceras. Rosa Almache tiene su negocio de venta de ropa en la Lizardo Ruiz.

Ella señala que desde mediados de diciembre pasado, por la época navideña, se colocaron las vallas y hubo más control del Municipio. “No estoy de acuerdo con que se les permita vender. Nosotros pagamos arriendo y permisos. Con base en eso ponemos nuestros precios. Los informales pueden vender lo mismo pero a la mitad de precio y no es justo”, dice.

Ángel Lema, inspector del Cuerpo de Agentes Metropolitanos, señala que los jueves, viernes, sábados y domingos son los días más complicados por el comercio informal. Para evitar que se ocupe de forma indebida el espacio público se destinan 20 agentes que trabajan de 09:30 a 18:30.

Cotocollao no es el único punto en el que se colocaron vallas de seguridad. La Policía Metropolitana hizo lo mismo en el bulevar de la J, en el sector de Solanda (sur), por la alta concentración de los vendedores informales.

La Ordenanza Metropolitana 201 establece que no es posible las ventas informales, sin permisos, en los bulevares destinados para el tránsito de los peatones.

En esa normativa también se incluyen sanciones. Para quienes venden sin permiso hay una multa de USD 100 y, en caso de reincidencia, USD 200.

Además es posible la retención de la mercadería cuando se inicia un proceso por parte de la Agencia Metropolitana de Control (AMC).

De acuerdo con los datos del Municipio, en el Distrito Metropolitano hay cerca de 11 000 comerciantes autónomos.

Fuente: El Comercio.

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