Entre el 3 y el 5 de julio 2019 se llevó a cabo en Santo Domingo, República Dominicana, la Reunión Regional de Jefes o Directores de las Oficinas de Derecho de Autor de América Latina.

El un documento titulado “Hacia una plena protección de los autores, artistas e industrias creativas en el entorno digital”, expertos de 30 países reclamaron un marco legal equilibrado, para evitar los daños que restan calidad de vida a los autores.

Consideraron imprescindible garantizar “en particular, los derechos de remuneración y el derecho de puesta a disposición” de los autores, para evitar que sigan perdiendo cientos de miles de millones de dólares anuales por causa del plagio y la piratería, particularmente a través de las plataformas digitales.

Este fue el espíritu y el marco de la reunión, la necesidad de encaminar acciones en los distintos países para adaptar las legislaciones nacionales a la era digital. Y acaso "adaptar" no sea el verbo más conveniente para describir la dimensión y el desafío que la tarea exige, en una realidad que es cada día menos analógica y menos clara para muchos autores, creadores, investigadores... especialmente los que se dedican al arte y a las ciencias

La actividad, encabezada por Sylvie Forbin, directora adjunta de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI), y el doctor Trajano Santana, director de la Oficina Nacional de Derecho de Autor (ONDA) en República Dominicana, fue también la tercera reunión preparatoria, previa al encuentro mundial.

Fuentes:

Diario El Día (República Dominicana)

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Diario La Hora (República Dominicana)

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En el marco de la Asamblea General No. 58 de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual-OMPI, Francis Gurry, Director General de este organismo, se reunió con el Mgs. Santiago Cevallos, Director General del Servicio Nacional de Derechos Intelectuales-SENADI, para suscribir un Memorando de Entendimiento para la implementación de un Centro de  Mediación para temas de propiedad intelectual en Ecuador.

Este centro tendrá como objetivo la solución inmediata de los conflictos, evitando el alargamiento de los procesos judiciales con sus altos costos, que en ocasiones llevan años sin poder resolverse. Con este espacio se agilita el proceso en una o tres sesiones como máximo y un acuerdo que beneficie a las partes.

La mediación es un procedimiento voluntario y confidencial, en el que los implicados deciden sobre su conflicto con base en sus intereses, es decir, las partes concurren libremente.

No existe obligación de permanecer en la etapa de mediación, y cualquiera de las partes puede dejarlo en el instante que consideren pertinente, también puede solicitarse en cualquier etapa de un juicio, siempre y cuando no exista aún la sentencia de un juez.

Para que esta suscripción se pueda llevar a cabo la OMPI se comprometió en brindar capacitación a los mediadores sobre propiedad intelectual en Ecuador que formarán parte de este centro; que se espera sea de gran utilidad para quienes busquen utilizar una forma alternativa en la resolución de conflictos.

La firma de este memorando entre el órgano máximo de la propiedad intelectual en el mundo y el SENADI, se logró a partir de la realización de negociaciones conjuntas que duraron cerca de 60 días, y que hoy pueden plasmarse en la realidad.

Fuente: SENADI


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Por: Alejandra Vargas Morera

En el 2017 la demanda de títulos de propiedad intelectual alcanzó niveles récord en el mundo, con China liderando el número de solicitudes de patentes, registros de marcas y diseños industriales. Sin embargo, ese mismo año, los números de América Latina fueron débiles, lo que sugiere una tendencia al estancamiento en la región, sin respeto a la propiedad intelectual.

El último informe de la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) revela que en 2017 se presentaron a nivel mundial 3,17 millones de solicitudes de patentes, un 5,8 por ciento más que en el 2016. De ellas, el 65,1 por ciento provino de Asia, mientras América Latina y el Caribe, Oceanía y África juntos apenas sumaron un 3,4 por ciento.

En el 2007 en América Latina y el Caribe se solicitaron 58.100 patentes (un 3,1 por ciento del total). Diez años después, 2017, la cantidad llegó apenas a 57.600 solicitudes (1,8 por ciento).

Marco Alemán, director de la División de Patentes de la OMPI, reconoció a SciDev.Net que los números de patentes evidencian que los esfuerzos en innovación de América Latina son muy bajos, menos del 0.5 por ciento de su Producto Interno Bruto en promedio, y que “faltan más políticas de innovación” y más involucramiento del sector privado en dicha actividad.

Aunque creo que las patentes no son la única manera de medir el quehacer intelectual de un país, en una sociedad y economía del conocimiento sí es preocupante ver las cifras de América Latina.

Pablo Jenkins, Foro Económico Mundial.

Destacó también que las cifras de los solicitantes locales (o residentes) son muy bajas en los países más grandes de América Latina, como Brasil, México, Chile y Argentina.

“No es que las cifras en la región hayan bajado mucho (unas mil patentes menos), lo que ocurre es que otras regiones, como Asia, aumentaron significativamente”, subrayó.

El informe menciona que el tiempo necesario para obtener patentes en la región es prolongado. En Brasil, por ejemplo, completar el proceso de solicitud de una patente puede demorar hasta 8 años, más de 6 años que lo que toma en China y Europa (donde el trámite tarda 22 meses). En Rusia el proceso sólo tarda 9 meses.

De las 25.000 solicitudes de patentes (de las cuales 20.000 venían del exterior) presentadas al Instituto Nacional da Propriedade Industrial de Brasil, se concedieron 5.450 registros de patentes. De ellas, 700 fueron para empresas, universidades o innovadores nacionales. En el 2017 en México se otorgaron 8,510 patentes. Allí el trámite tarda 3 años.

Como casos curiosos, el informe destaca que entre las oficinas de países de bajos y medianos ingresos, Ecuador y Colombia presentaron un crecimiento particularmente rápido (11,5 y 7,7 por ciento, respectivamente). En ambos casos, se registró un crecimiento de solicitudes hechas por no residentes.

“La presentación de solicitudes en el extranjero refleja la globalización de la protección y de la propiedad intelectual y el deseo de comercializar tecnología en mercados extranjeros”, explica la publicación. Por ejemplo, fueron solicitantes de EEUU quienes presentaron el 52,8 por ciento de las solicitudes de no residentes presentadas en México.

La abogada María José Cordero, doctora en derecho de la Universidad de Stanford, especializada en propiedad intelectual explica a SciDev.Net que América Latina no es una región homogénea.

La inversión que cada uno de los países hace en innovación y desarrollo y el porcentaje del Producto Interno Bruto que destinan a promover la ciencia y la tecnología, son muy dispares y en la mayoría de los casos muy inferiores a los que hacen países como China, señala.

Brasil, México y Argentina son los tres países que aglomeran casi el 90 por ciento de la investigación latinoamericana. Tras más de una década de crecimiento, entre 2007 y 2016, ellos mostraron caídas significativas en su inversión en ciencia y tecnología: Brasil (2%), México (3%) y Argentina (10%), asegura el informe El Estado de la Ciencia de la por la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología.

“Si el país invierte poco en el desarrollo e investigación de ciencia básica desde las instituciones estatales y tampoco ofrece incentivos para la innovación hace la ecuación más retadora para quienes quieran innovar. También falta la colaboración del sector privado”, destaca la abogada.

“Cambios políticos y crisis económicas en las diferentes naciones también pueden haber desalentado a los científicos a realizar investigación y desarrollo”, añade.

“Aunque creo que las patentes no son la única manera de medir el quehacer intelectual de un país, en una sociedad y economía del conocimiento sí es preocupante ver las cifras de América Latina”, asegura Pablo Jenkins, líder joven del Foro Económico Mundial, con una maestría en innovación por la Universidad de Harvard.

Además de que el proceso sea engorroso y costoso, Jenkins opina que existe una cultura que no ha valorado históricamente la propiedad intelectual, “entonces se buscan otras maneras de proteger pequeñas ideas”, explica.

Finalmente, atribuye parte de la responsabilidad al sistema educativo de la región: “El sistema educativo regional se ha quedado con esquemas del siglo XX, siendo como una línea de ensamblaje donde desde el primer grado todos reciben más o menos lo mismo y van pasando fase a fase de una manera relativamente genérica y no tan basada en la creación, experimentación y aprendizaje individual. Si no hemos sembrado eso temprano, es difícil esperar ver presentes las destrezas necesarias para crear e innovar en esas personas adultas”, subraya.

> Descargue el informe completo (en inglés).

FUENTE: Scidev

ENLACE: https://www.scidev.net/america-latina/propiedad-intelectual/noticias/latinoamerica-no-protege-debidamente-su-propiedad-intelectual.html

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