Por qué la represión legal no basta y cómo la equidad puede ser la mejor arma contra la piratería.
En Nigeria, acceder legalmente a un artículo científico puede costar hasta el 30% del salario mensual promedio. En España, una suscripción a todas las plataformas de streaming supera los 80 euros. En ambos escenarios, el resultado es el mismo: un crecimiento sostenido de la piratería. Y no es casualidad.
La piratería digital no es solo un delito: es también un síntoma. A menudo revela una combinación de barreras económicas, limitaciones geográficas y modelos de negocio desalineados con las realidades sociales. El acceso desigual a la cultura, el conocimiento y la tecnología sigue alimentando redes ilícitas más sofisticadas y difíciles de erradicar.
Mientras las estrategias de enforcement avanzan en bloqueos judiciales, responsabilidad de plataformas e inteligencia artificial, el consumo ilegal de contenido persiste e incluso se transforma. La clave, entonces, no está solo en prohibir, sino en comprender.
Este artículo propone una mirada crítica desde la propiedad intelectual, vinculando la protección de derechos con la innovación, la equidad y la sostenibilidad. Combatir la piratería exige más que leyes: exige soluciones estructurales que combinen acceso, precio justo y cooperación multisectorial.
Brechas globales que alimentan la piratería
La piratería no se distribuye de manera uniforme en el mapa. Según BSA | The Software Alliance (2023), la tasa de uso de software sin licencia alcanza el 80% en Venezuela, mientras que en Estados Unidos no supera el 15%. Esta diferencia revela más que una cuestión de enforcement: refleja economías colapsadas, monedas devaluadas y sistemas de acceso limitados.
En el ámbito del entretenimiento, un informe reciente de la EUIPO (2023) señala que el 48% de los usuarios en Europa del Este que acceden a contenido pirata citan los “precios elevados” como razón principal. La percepción de que los contenidos legales son inalcanzables es un motor constante de piratería.
Pero no se trata solo de dinero. El geo-blocking también contribuye al problema. Según el Informe de la Motion Picture Association (2023), solo el 35% de los eventos deportivos globales están disponibles legalmente para audiencias internacionales. Plataformas como Sci-Hub, por su parte, reciben más de 800.000 visitas diarias —una evidencia de la demanda global insatisfecha por acceso a la investigación científica.
En este contexto, la desigualdad en el acceso se convierte en un riesgo para el sistema de propiedad intelectual: sin equidad, no hay respeto por el derecho.
Cuando la piratería confronta derechos fundamentales
El caso de Sci-Hub y LibGen ha generado un debate global: ¿es justo criminalizar a quienes buscan acceso al conocimiento? Para su fundadora, Alexandra Elbakyan, la piratería académica es “un acto de desobediencia civil contra editoriales depredadoras”. Y aunque muchas editoriales demandan daños millonarios, millones de investigadores siguen utilizando estas plataformas, incluso desde universidades con suscripciones legales.
En el plano legislativo, la Directiva sobre Derechos de Autor de la UE (Artículo 17) exige a plataformas como YouTube o TikTok supervisar los contenidos subidos por sus usuarios. Si bien esto refuerza la protección de los titulares de derechos, también plantea riesgos para la libertad de expresión y la innovación digital.
Los bloqueos masivos —como los ordenados por India o Australia— muestran una eficacia discutible y una tensión creciente con el principio de neutralidad de la red. La línea entre enforcement y censura se vuelve cada vez más delgada.
En definitiva, el enforcement debe equilibrarse con la protección de derechos fundamentales. La solución no puede basarse solo en el castigo.
Soluciones que priorizan inclusión y acceso
Varios modelos innovadores están demostrando que la inclusión puede ser más efectiva que la prohibición. Spotify ofrece planes regionalizados: en India, una suscripción cuesta apenas €1,5 al mes. En América Latina, operadoras como Claro integran streaming en sus planes móviles, reduciendo así la necesidad de recurrir a plataformas ilegales.
Además, el crecimiento de plataformas gratuitas con publicidad —como Tubi y Pluto TV— ha demostrado reducir la piratería en hasta un 22%, según Ampere Analysis (2023). El contenido legal gratuito, aunque financiado por anuncios, satisface la demanda de accesibilidad.
A nivel público, algunos países han adoptado políticas más inclusivas. Francia, por ejemplo, implementó el programa “Pass Culture”, que otorga crédito a jóvenes para consumir cultura legalmente. Y la Convención de la UNESCO de 2005promueve el acceso equitativo a bienes culturales como parte de la diversidad cultural global.
Por último, las campañas educativas también juegan un rol clave. Un informe de Kaspersky (2024) reveló que el 40% de los sitios pirata contienen malware. Concientizar sobre los riesgos cibernéticos puede ser tan efectivo como un bloqueo judicial.
El mito del “delito sin víctimas”
Existe una narrativa persistente de que la piratería solo afecta a grandes corporaciones. Pero los datos muestran una realidad distinta. Según un estudio de FAPAV (Italia, 2023), el 70% de los cineastas independientes afirma que la piratería ha impactado directamente en la cancelación de sus proyectos.
Aunque Hollywood —representado por la MPA— reporta pérdidas, su modelo de negocio es más resiliente. Las víctimas reales son los creadores emergentes, los estudios locales, las editoriales independientes, y los equipos técnicos que dependen del circuito formal para subsistir.
La piratería también afecta el empleo: traductores, dobladores, distribuidoras pequeñas, cines independientes. El efecto dominó es tan silencioso como profundo.
No se trata solo de proteger derechos, sino de preservar ecosistemas culturales diversos, sostenibles y económicamente viables.
Reducir la piratería no es simplemente una cuestión de enforcement. Es una cuestión de equidad estructural. Mientras no existan alternativas legales accesibles, el ciclo de la piratería continuará reproduciéndose.
Las acciones sostenibles deben combinar:
En el contexto de la propiedad intelectual, esto implica un cambio de paradigma: del castigo a la prevención; del derecho exclusivo a la inclusión razonable; del enforcement reactivo a la innovación social.
En un mundo donde el contenido es poder, la verdadera defensa de la PI pasa por democratizar su acceso. La piratería no se erradicará con leyes, sino con justicia digital.
La propiedad intelectual (PI) ha evolucionado de ser un aspecto técnico del comercio a convertirse en un campo estratégico en las relaciones económicas globales. La protección de marcas, patentes y derechos de autor no solo garantiza la innovación, sino que también representa un indicador clave de estabilidad jurídica para la inversión extranjera. En 2023, el Informe Especial 301 de la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR)colocó nuevamente a México en su lista de vigilancia prioritaria, señalando preocupaciones específicas en materia de enforcement. Este artículo explora el impacto de estas observaciones, analiza conflictos emblemáticos como el caso Rosalía vs. Rozaliya en Europa y destaca los desafíos estructurales que enfrenta la protección de marcas en un escenario global hipercompetitivo.
El ascenso de México a la lista de vigilancia prioritaria en el Informe 301 responde a varios factores interrelacionados que afectan directamente la protección efectiva de marcas. Entre los más destacados se encuentran la persistencia de redes de piratería y falsificación, particularmente en sectores como la moda, la tecnología y los productos farmacéuticos.
La falta de mecanismos judiciales eficaces para sancionar infracciones de propiedad intelectual contribuye a la inseguridad jurídica. El Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) ha intentado modernizar procesos, pero enfrenta desafíos estructurales, desde insuficiencia presupuestaria hasta demoras procesales. La piratería de marcas no solo daña a las compañías extranjeras, sino que erosiona la confianza de los inversionistas locales.
Casos emblemáticos, como la proliferación de productos falsificados de marcas estadounidenses en tianguis y plataformas digitales mexicanas, ejemplifican cómo la falta de enforcement sólido impacta la competitividad del país. A este problema se suma la necesidad de actualizar leyes de variedades vegetales y fortalecer la protección de secretos comerciales, según lo advertido en el Special 301 Report.
México no está solo en la lista prioritaria. China, India, Rusia y Argentina también figuran como países donde la protección de la PI genera preocupación internacional. El caso chino es particularmente relevante: pese a compromisos asumidos en el acuerdo comercial de 2020, persisten prácticas de transferencia forzada de tecnología, robo de secretos comerciales y distribución masiva de falsificaciones a través de plataformas digitales.
A diferencia de Turkmenistán, retirado de la lista por mejoras regulatorias, China y México se mantienen bajo escrutinio, lo que indica que las reformas legales y de enforcement no solo deben ser adoptadas, sino ejecutadas de manera efectiva. Esta situación afecta las cadenas globales de suministro y complica la cooperación internacional en materia de protección de marcas, como detalla el International Intellectual Property Alliance (IIPA).
La protección de marcas en México también debe entenderse dentro del marco más amplio del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (USMCA), que contiene disposiciones específicas sobre enforcement en materia de propiedad intelectual. Sin embargo, las tensiones geopolíticas, como los aranceles impuestos por EE.UU. en 2023 debido al tráfico de fentanilo, agravan la percepción de riesgo comercial, como analiza Foreign Affairs Latinoamérica.
Si bien el USMCA introdujo estándares más altos de protección, su impacto depende de la voluntad política de implementar reformas estructurales. Sectores como la energía y la agricultura, aunque protegidos parcialmente, siguen enfrentando dificultades para hacer valer sus marcas en mercados donde los productos falsificados compiten deslealmente.
En Europa, el enforcement de marcas enfrenta desafíos diferentes pero igualmente complejos. La disputa entre la cantante española Rosalía y la joyera búlgara Rozaliya en 2023 ilustra un problema creciente: la confusión de marca en mercados saturados.
Aunque los productos —música y joyería— pertenecían a categorías diferentes, la artista argumentó que el uso de un nombre fonéticamente similar diluía su marca personal, afectando su estrategia de posicionamiento global. Este caso, registrado ante el Instituto de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO), destaca la importancia de proteger no solo marcas comerciales tradicionales, sino también marcas personales en sectores creativos.
Otros casos, como el reciente litigio Lidl vs. Tesco (C-159/22), refuerzan la necesidad de un enforcement flexible y adaptado a nuevas realidades de consumo.
Pese a diferencias regionales, existen desafíos transversales que afectan la protección de marcas:
La protección de marcas y la defensa de la propiedad intelectual ya no son temas puramente jurídicos: son instrumentos esenciales de política económica y diplomacia comercial. Para México, mejorar el enforcement será clave no solo para salir de la lista prioritaria del Informe 301, sino también para consolidar su posición en cadenas globales de valor.
Asimismo, casos como el de Rosalía en Europa evidencian que incluso en jurisdicciones maduras, la lucha por preservar la distintividad de marca exige estrategias legales proactivas. En el futuro inmediato, la colaboración internacional, la innovación en técnicas de enforcement y el fortalecimiento institucional serán vitales para asegurar que la propiedad intelectual siga siendo un motor de desarrollo económico global.
Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos. (2023). Special 301 Report.
Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial. (2023). México reitera su compromiso con la protección de la propiedad intelectual.
Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos. (2020). USMCA Chapter 20: Intellectual Property Rights.
EUIPO. (2023). Boletín de marcas: Caso Rosalía vs. Rozaliya.
Tribunal de Justicia de la Unión Europea. (2023). Sentencia C-159/22 – Lidl vs. Tesco.
Max Planck Institute for Innovation and Competition. (2022). Enforcement of Intellectual Property Rights in Mexico.
Harvard Law Review. (2023). China’s Forced Technology Transfer: A Legal Analysis.
Organización Panamericana de la Salud. (2021). Falsificación de medicamentos en América Latina.
Organización Mundial de la Propiedad Intelectual. (s.f.). WIPO Lex: México.
EUIPO. (s.f.). Global Brand Database.
El Economista. (2023). Piratería le cuesta a México más de 43,000 millones de pesos al año.
Foreign Affairs Latinoamérica. (2023). Fentanilo y aranceles: La nueva frontera comercial.
International Intellectual Property Alliance. (2023). 2023 Special 301 Report – Mexico.
Transparencia Internacional. (s.f.). Global Corruption Barometer.
Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica. (2022). Protección de patentes farmacéuticas en México.
Organización Mundial del Comercio. (s.f.). TRIPS Agreement – Compliance Review: Mexico.
Las empresas multinacionales enfrentan hoy una presión sin precedentes para proteger sus activos intangibles en un entorno de constante cambio normativo. En este escenario, la protección de las marcas —y su enforcement efectivo— se convierte en una prioridad estratégica. Instrumentos regulatorios como la Directiva de Denunciantes en Europa, la Ley de Prevención de Extorsión Extranjera en Estados Unidos, y reformas en Asia y América Latina, imponen nuevas obligaciones y abren espacios para combatir infracciones de propiedad intelectual. La vigilancia de la PI ya no es solo un asunto corporativo: es un imperativo de cumplimiento legal y reputacional en la economía global actual.
El enforcement de marcas en este contexto enfrenta retos complejos: la fragmentación normativa entre regiones, la necesidad de actuar con agilidad ante riesgos emergentes, y el uso creciente de tecnología como blockchain o inteligencia artificial para combatir infracciones. Al mismo tiempo, la colaboración entre entidades públicas y privadas se fortalece, exigiendo a las empresas respuestas más rápidas y programas de compliance adaptados a realidades locales y globales.
Este artículo examina cómo las transformaciones regulatorias en distintas regiones del mundo afectan la protección de marcas y otros derechos de propiedad intelectual. Asimismo, analiza las estrategias que las empresas deben adoptar para defender sus activos en un entorno de riesgos múltiples e interconectados.
La Directiva (UE) 2019/1937 relativa a la protección de denunciantes ha modificado radicalmente la gestión de riesgos de propiedad intelectual en Europa. Ahora, los empleados pueden reportar anónimamente la falsificación de marcas, uso no autorizado de licencias o vulneraciones a secretos industriales, bajo la protección de canales seguros y sin temor a represalias (Directiva UE 2019/1937).
Esta medida impacta directamente en los programas de compliance de PI: las empresas deben integrar mecanismos de detección temprana de infracciones en sus operaciones diarias. Ignorar o minimizar las denuncias podría derivar en sanciones regulatorias severas y, peor aún, en daños a la reputación comercial de las marcas.
Sin embargo, la implementación de la directiva presenta asimetrías en la región. Mientras países como Francia y Alemania han avanzado en su aplicación, otros como Polonia o Hungría presentan retrasos, complicando la gestión uniforme del enforcement de marcas en operaciones multinacionales.
En este escenario, las empresas deben reforzar la capacitación interna en temas de PI, sensibilizar a sus colaboradores sobre los riesgos asociados a las infracciones de marca y establecer protocolos claros de investigación interna para responder eficazmente a las denuncias. En Luzuriaga & Castro, trabajamos en la protección estratégica de activos intangibles, integrando programas de compliance adaptados a las exigencias de cada jurisdicción.
Asia, epicentro de innovación y comercio global, ha tomado medidas significativas para fortalecer la protección de marcas. China, bajo su Ley de Propiedad Intelectual 2021, aumentó las multas por falsificación e introdujo procedimientos acelerados para resolver disputas de marca, elevando los niveles de confianza en su sistema judicial (Ley de PI de China).
En 2023, China registró 7.8 millones de solicitudes de patentes, incluyendo registros de marcas, lo que refleja la creciente importancia estratégica de la PI en su modelo económico (Informe OMPI 2023). Este crecimiento ha incentivado también una mayor vigilancia en el mercado para detectar productos falsificados.
Japón, por su parte, ha impulsado iniciativas pioneras como el uso de blockchain para rastrear la autenticidad de productos, fortaleciendo la trazabilidad y reduciendo las posibilidades de fraude en sectores clave como la tecnología y el farmacéutico (JPO Annual Report 2023).
El sudeste asiático, si bien avanza en regulación, enfrenta retos derivados de escándalos de corrupción, como el caso de malversación en Vietnam por USD 12.4 mil millones, que afectó licencias de marcas extranjeras (Financial Times). Estos eventos refuerzan la necesidad de contar con una defensa sólida. Nuestro equipo ofrece asesoría y representación legalfrente a falsificaciones y uso no autorizado de marcas.
En diciembre de 2023, Estados Unidos promulgó la Foreign Extortion Prevention Act (FEPA), que criminaliza el soborno a funcionarios extranjeros, incluyendo prácticas para facilitar el uso ilegítimo de marcas, obtener licencias o evadir procesos de enforcement (FEPA 2023).
La FEPA complementa la FCPA y plantea una amenaza directa para empresas cuyos activos más valiosos son marcas y patentes. Ahora, no solo las infracciones de propiedad intelectual son riesgos legales: la corrupción que las encubre también lo es.
Un ejemplo práctico: en 2023, una empresa biotecnológica que descubrió sobornos en México relacionados con licencias de patentes se benefició de una reducción de sanciones tras autodenunciarse al Departamento de Justicia en cuestión de horas (DOJ Corporate Enforcement Policy).
En Luzuriaga & Castro, incorporamos estas nuevas exigencias en los programas de cumplimiento normativo, con protocolos específicos para prevenir riesgos de infracción, corrupción y fuga de activos de PI en procesos corporativos.
En Oriente Medio, Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita han reforzado sus leyes anticorrupción para proteger sectores intensivos en propiedad intelectual, como la tecnología y el entretenimiento. Esto responde a su estrategia de diversificación económica y a su interés en atraer inversión extranjera.
Brasil ha dado un paso adelante mediante el uso de inteligencia artificial para detectar irregularidades en contratos públicos vinculados a transferencias de tecnología y licencias de marca (Doing Business 2023).
En el Reino Unido, la nueva Economic Crime and Corporate Transparency Act 2023 amplía la responsabilidad penal corporativa para incluir delitos relacionados con la manipulación de activos de PI (UK Economic Crime Act). Esto obliga a fortalecer los procesos de due diligence sobre licencias, transferencias y adquisiciones de marcas.
Estas tendencias muestran un claro mensaje: el enforcement de marcas y activos intangibles se encuentra ahora firmemente entrelazado con las políticas de anticorrupción y transparencia global.
La transformación regulatoria en curso redefine el rol de la propiedad intelectual en las estrategias de cumplimiento empresarial. La protección de marcas ya no es un tema exclusivo de litigios comerciales: es un componente central en la defensa contra riesgos regulatorios, de corrupción y reputacionales.
Las empresas que integren la gestión activa de marcas en sus programas de cumplimiento —con auditorías internas periódicas, canales de denuncia efectivos, monitoreo tecnológico avanzado y colaboración transfronteriza— estarán mejor posicionadas para afrontar los desafíos del nuevo entorno global.
En un mundo cada vez más regulado y transparente, la fortaleza de una marca ya no solo se mide por su valor comercial, sino también por su capacidad de resistir a riesgos legales y éticos. En esta nueva era, proteger las marcas es proteger la credibilidad, la competitividad y el futuro mismo de las organizaciones.
Unión Europea (2019). Directiva (UE) 2019/1937 del Parlamento Europeo y del Consejo relativa a la protección de las personas que informen sobre infracciones del Derecho de la Unión.
Departamento de Justicia de EE.UU. (2023). Corporate Enforcement Policy (actualizada en 2023).
Congreso de Estados Unidos (2023). Foreign Extortion Prevention Act (FEPA).
Gobierno de China (2021). Ley de Propiedad Intelectual de la República Popular China (enmiendas).
Reino Unido (2023). Economic Crime and Corporate Transparency Act 2023.
OMPI (2023). World Intellectual Property Report: Innovation in a Time of Crisis.
Oficina de Patentes de Japón (2023). Annual Report on Intellectual Property Activities.
Banco Mundial (2023). Doing Business 2023: Enforcing Intellectual Property Rights.
Transparency International (2023). Corruption Perceptions Index 2023.
Bloomberg Law (2023). Yonekura, S. & Sullivan, M. Rising Global Enforcement Pressure Puts Multinationals on Notice.
Hogan Lovells (2023). Global Anti-Corruption Review.
Risk Global Consulting (2023). Actualizaciones en Cumplimiento Normativo.
En un mundo donde la innovación y la creatividad impulsan la economía global, la protección de la Propiedad Intelectual se ha convertido en un eje estratégico para las empresas, creadores y autoridades. La falsificación y la piratería continúan evolucionando, desafiando las estructuras jurídicas y operativas de los países. Ante esta realidad, es crucial fortalecer los mecanismos de defensa de la PI y capacitar a las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley.
Los delitos relacionados con la falsificación y la piratería han crecido exponencialmente en los últimos años. La facilidad con la que los infractores acceden a tecnologías de producción avanzada y redes de distribución globales ha hecho que la lucha contra estos delitos sea cada vez más compleja. Desde productos electrónicos hasta bienes de lujo, ropa y medicamentos, la fabricación y comercialización de productos falsificados representa una amenaza para la economía, la seguridad de los consumidores y la competitividad de las marcas legítimas.
En el marco de la segunda edición del Taller de Propiedad Intelectual impartido al Laboratorio de Criminalística de Quito y Esmeraldas, el Mayor Santiago Guzmán compartió su visión sobre los desafíos actuales en la lucha contra la piratería y la falsificación.
"A nivel mundial, el crimen organizado ha demostrado una capacidad constante de adaptación, desarrollando nuevas formas de infringir la ley en el ámbito de la falsificación y la piratería. La policía, en conjunto con expertos en Propiedad Intelectual, trabaja de manera continua en la actualización de conocimientos sobre productos falsificados, sus métodos de fabricación y la evolución de estos sistemas año tras año. Esta actualización es clave para innovar y fortalecer los informes periciales, haciendo que sean más precisos y útiles en los procesos judiciales", señaló Guzmán.
Uno de los principales retos que enfrentan las autoridades es la capacidad de identificar productos falsificados y comprender los mecanismos empleados por los infractores. La capacitación constante se ha convertido en una herramienta indispensable para mejorar las investigaciones y optimizar los informes periciales que sustentan procesos judiciales.
"La formación impartida por expertos y representantes de marcas es un recurso invaluable", enfatizó Guzmán. "En muchos países, la oferta de programas especializados en universidades o instancias estatales es escasa, lo que hace que la colaboración con el sector privado sea fundamental. Gracias a esta cooperación, las autoridades pueden acceder a conocimientos técnicos avanzados que les permiten mejorar la detección de falsificaciones y el reconocimiento de marcas vulnerables a la piratería. Sin estos programas de formación, las investigaciones carecerían de la profundidad necesaria para garantizar un cumplimiento eficaz de la ley".
La alianza entre el sector público y privado juega un papel crucial en la lucha contra la piratería. Mientras que las instituciones gubernamentales suelen enfrentar limitaciones en cuanto al acceso a información técnica actualizada, las empresas privadas y los titulares de derechos aportan conocimientos esenciales sobre los procesos de fabricación y los métodos más avanzados para detectar falsificaciones. Esta sinergia permite mejorar la capacidad de respuesta de las autoridades y reducir la impunidad de los infractores..
El crecimiento del mercado de productos falsificados y piratas tiene consecuencias significativas para la economía y la sociedad. La afectación a las empresas legítimas se traduce en una reducción de sus ingresos y un desincentivo a la inversión en innovación. Asimismo, la presencia de productos falsificados supone un riesgo para la salud y seguridad de los consumidores, especialmente en sectores sensibles como el farmacéutico y el automotriz, donde un defecto en los productos puede poner en peligro vidas humanas.
En los últimos años, la aplicación de sanciones económicas y penas privativas de libertad para los responsables de estos delitos ha comenzado a generar un impacto positivo. "Gracias a estas sanciones, hemos visto que músicos, compositores y otros creadores de contenido han tomado más conciencia sobre la importancia de registrar sus marcas y proteger sus derechos de propiedad intelectual", mencionó Guzmán.
El fortalecimiento de la conciencia sobre la importancia de la PI, combinado con mejores herramientas de detección, ha llevado a un incremento en el número de personas que buscan asegurar su propiedad intelectual de manera formal. Sin embargo, aún existen brechas que deben ser atendidas a través de la implementación de regulaciones más estrictas y la aplicación de penas más severas para quienes infringen la ley.
El avance tecnológico ha permitido que los infractores desarrollen métodos más sofisticados para fabricar y distribuir productos falsificados. Sin embargo, estas mismas tecnologías pueden ser utilizadas para reforzar la protección de la PI. El uso de inteligencia artificial, blockchain y sistemas de trazabilidad avanzada ha demostrado ser una herramienta efectiva para detectar y rastrear productos falsificados en tiempo real.
"Es fundamental mejorar la investigación en torno a la fabricación de productos falsificados", indicó Guzmán. "Contar con un enfoque más práctico, que permita conocer de primera mano cómo se crean estos productos, es esencial para detectar con mayor precisión sus diferencias con los originales. No basta con diapositivas o imágenes; es necesario comprender en detalle la estructura de fabricación para poder identificar patrones de falsificación y actuar con mayor contundencia".
La implementación de sistemas de autenticación digital y etiquetado inteligente también contribuye a que consumidores y autoridades puedan verificar la autenticidad de los productos de manera más eficiente. Estas innovaciones representan una oportunidad invaluable para fortalecer la protección de la PI y mitigar el impacto de la piratería a nivel global.
El 2025 representa una nueva oportunidad para fortalecer la protección de la Propiedad Intelectual a través de la capacitación continua, la implementación de tecnologías innovadoras y la cooperación entre el sector público y privado. La lucha contra la piratería y la falsificación no solo protege a las empresas y creadores, sino que también garantiza un mercado más seguro y equitativo para los consumidores.
A pesar de los avances logrados, la evolución del crimen organizado sigue representando un reto. Sin embargo, las fuerzas del orden han avanzado en la implementación de estrategias especializadas. "Hemos visto la creación de nuevas unidades dentro de la Policía Nacional, así como un mayor control en fronteras y aeropuertos. Esto ha permitido fortalecer los mecanismos de detección y sanción de estos delitos", concluyó Guzmán.
Con un enfoque estratégico y una visión a largo plazo, es posible avanzar hacia un futuro en el que la PI sea verdaderamente valorada y protegida en todos los niveles. La capacitación, el uso de tecnología avanzada y la cooperación entre sectores son las claves para combatir eficazmente la piratería y asegurar un entorno en el que la innovación pueda prosperar sin amenazas.
La falsificación de productos representa una amenaza significativa para la economía, la salud de los consumidores y los derechos de propiedad intelectual en Ecuador. A través del Artículo 208C del Código Orgánico Integral Penal (COIP), el país establece mecanismos claros para la incautación, adjudicación gratuita o destrucción de bienes infractores. El incremento en las actividades de falsificación y la creciente eficacia de las autoridades para detectar y decomisar estos productos han añadido nuevos desafíos logísticos y ambientales.
Además de afectar a los titulares de derechos, la falsificación de productos impacta negativamente en la inversión extranjera y la estabilidad del mercado local. Las empresas legítimas deben competir con productos que imitan sus características sin cumplir los estándares de calidad ni seguridad. Esto genera un entorno de incertidumbre y afecta el desarrollo de nuevas tecnologías y la protección de la innovación.
Este artículo analiza la destrucción de productos falsificados y su adecuado tratamiento dentro del marco legal, asegurando que el proceso sea seguro, sostenible y efectivo. Se examinarán también las mejores prácticas internacionales que pueden servir de referencia para fortalecer el cumplimiento normativo en el país.
El Art. 208C del COIP establece que, cuando se determina la responsabilidad de una persona natural o jurídica en delitos contra la propiedad intelectual, el tribunal penal correspondiente puede ordenar la destrucción de los bienes infractores.
El objetivo principal de este mecanismo es evitar la reintroducción de productos ilícitos en el mercado y mitigar los impactos económicos y sanitarios asociados. Esta normativa garantiza que los titulares de derechos puedan proteger sus productos y que los consumidores tengan acceso a bienes auténticos y seguros. Además, la cooperación entre instituciones permite una respuesta más efectiva ante la creciente amenaza de la piratería y falsificación.
Para reforzar la aplicación de estas disposiciones, es esencial que las autoridades trabajen en conjunto con el sector privado. La vigilancia constante del mercado y la capacitación de funcionarios en la identificación de productos falsificados son medidas clave para una ejecución efectiva de la normativa vigente.
La destrucción de productos falsificados en Ecuador debe seguir un protocolo seguro y sustentable. Existen varios métodos utilizados a nivel internacional que también aplican en Ecuador:
Las regulaciones en Ecuador exigen que la destrucción de estos bienes sea certificada y documentada para evitar inconsistencias legales y garantizar la transparencia del proceso. Además, la huella ambiental de la eliminación de estos productos debe ser minimizada mediante prácticas sostenibles. La implementación de auditorías y controles internos es crucial para prevenir la corrupción y el desvío de productos durante el proceso de destrucción.
La protección de la propiedad intelectual en Ecuador requiere un enfoque coordinado entre el sector público y privado. La aplicación rigurosa del Art. 208C del COIP y el uso de métodos efectivos de destrucción de productos falsificados son esenciales para erradicar el comercio ilegal y proteger tanto a los consumidores como a los titulares de derechos.
La implementación de estrategias de eliminación sustentables y la colaboración con empresas especializadas en gestión de residuos permitirán reducir el impacto ambiental y fortalecer el enforcement en el país. Además, la adopción de tecnologías de autenticación y el fortalecimiento de las regulaciones garantizarán una lucha más efectiva contra las falsificaciones, asegurando un mercado más justo y seguro para todos.
A medida que la falsificación de productos evoluciona y se diversifica, Ecuador debe continuar adaptando sus regulaciones y estrategias de enforcement para combatir este problema de manera efectiva. La creación de mecanismos de cooperación internacional y la actualización de los procedimientos legales serán clave para enfrentar los desafíos futuros en la protección de la propiedad intelectual.
Código Orgánico Integral Penal (COIP) de Ecuador
Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO)
Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI)
Organización Mundial del Comercio (OMC) – Normativas sobre Propiedad Intelectual
Cámara de Comercio Internacional (ICC) – Reportes sobre comercio ilícito y falsificación
Legislación y prácticas internacionales en enforcement de propiedad intelectual.
La primera sentencia por asociación ilícita en el ámbito de la propiedad intelectual en Ecuador se constituye como un precedente jurídico relevante en la lucha contra la falsificación de marcas. En una publicación anterior, se abordaron los aspectos centrales del caso y los criterios probatorios considerados en la decisión judicial. En este estudio, se examina cómo la figura penal de la asociación ilícita permite comprender el rol de las estructuras organizadas en la ejecución de esquemas delictivos complejos, como la falsificación de productos protegidos por derechos de propiedad intelectual. El análisis se enfoca en los fundamentos jurídicos utilizados para configurar este delito y en su aplicabilidad para el desmantelamiento de redes criminales dedicadas a la infracción de estos derechos.
Desde la doctrina penal, la figura de la asociación ilícita se ha analizado como un delito de peligro abstracto, el jurista alemán Claus Roxin “sostiene que la punibilidad en este tipo de delitos no depende específicamente de la consumación del delito, sino de una prevención de la existencia de estructuras criminales.” Es decir, busca la protección de un bien jurídico colectivo, como la seguridad pública y el orden económico.
El delito de asociación ilícita en Ecuador se encuentra tipificado en el artículo 370 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), el cual lo define como la acción de "dos o más personas que se asocien con el propósito de cometer delitos sancionados con penas privativas de libertad de menos de cinco años". Los elementos constitutivos de esta figura penal incluyen;(i) la participación de al menos dos personas, lo que amplía su aplicabilidad a estructuras organizadas; (ii) la existencia de una organización estructurada, aunque no necesariamente formalizada, implica la necesidad de probar una colaboración estable y continua entre sus miembros; y (iii) un fin delictivo común, es decir, la intención de cometer delitos específicos como en este caso la violación de derechos de PI.
En consecuencia, la tipificación de la asociación ilícita como delito permite a las autoridades abordar y perseguir estructuras delictivas en su conjunto, en lugar de limitarse a hechos aislados. Esta es una herramienta jurídica que facilita la desarticulación de redes criminales que, de otro modo, podrían operar de manera fragmentada, dificultando su identificación y sanción.
Por otro lado, el delito tipificado en el artículo 208A del Código Orgánico Integral Penal (COIP) hace referencia a los “Actos Lesivos a la Propiedad Intelectual”, estableciendo sanciones para quienes, con fines de lucro y a escala comercial, realicen acciones que vulneren los derechos de propiedad intelectual. La norma contempla una serie de conductas no permitidas, incluyendo, entre otras, el almacenamiento, fabricación, uso, oferta en venta, importación o exportación de productos protegidos por signos distintivos registrados en el país. Al tipificar estas conductas, el legislador busca proteger la integridad del mercado y los derechos de los titulares de propiedad intelectual, evitando la comercialización de bienes falsificados y la consecuente afectación a la competencia leal y la confianza del consumidor.
La estructura criminal detrás de los delitos de falsificación de marcas constituye una problemática inminentemente global, que trasciende fronteras y se vincula con otras actividades delictivas de carácter transnacional. El acelerado crecimiento del comercio internacional ha facilitado la expansión de estas redes ilícitas, generando un impacto significativo en diversas industrias y en la economía mundial. La falsificación no solo afecta a los titulares de derechos de propiedad intelectual, sino que también representa un desafío para los Estados, al requerir mecanismos efectivos de cooperación internacional para su combate.
En este contexto, el Centro de Lucha contra la Falsificación y la Protección del Producto de la Universidad Estatal de Michigan (A-CAPP), en su informe "Un mundo totalmente nuevo: Informe de la conferencia sobre América Latina", analiza la falsificación desde una perspectiva global y destaca su impacto transversal en múltiples sectores productivos. El informe subraya que la abundancia de productos falsificados no solo afecta el comercio legítimo, sino que también debilita la confianza en los mercados y afecta la competitividad empresarial a nivel internacional. Asimismo, la Homeland Security Investigations (HSI), división del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de Estados Unidos, advierte en su artículo "Mercancías falsificadas: Un peligro para la seguridad pública" que la comercialización de productos falsificados constituye una amenaza directa para la salud y seguridad de los consumidores, quienes pueden verse expuestos a bienes defectuosos o peligrosos. Además, este tipo de actividades ilícitas no solo perjudican la economía formal, sino que pueden contribuir al financiamiento de organizaciones criminales transnacionales, representando un riesgo adicional para la seguridad nacional.
Es por lo que, la relación entre el delito de actos lesivos contra la propiedad intelectual y la asociación ilícita adquiere especial relevancia en su aplicación, pues la falsificación de marcas y productos rara vez constituye un acto aislado, sino que responde a una estructura criminal organizada. La configuración de estos delitos permite evidenciar la existencia de redes delictivas con un propósito común, en las que distintos actores desempeñan roles específicos dentro de la cadena de producción, distribución y comercialización de productos falsificados. En este sentido, la tipificación de ambas figuras penales en el Código Orgánico Integral Penal (COIP) no solo posibilita la persecución y sanción de los individuos directamente involucrados en la falsificación, sino que también proporciona un marco jurídico eficaz para la desarticulación de estructuras delictivas que facilitan y sostienen estas actividades ilícitas.
Ahora bien, otro aspecto fundamental a analizar en este caso es la participación de la Fiscalía, cuyo rol resulta crucial en la persecución de ambos delitos. En Ecuador, la entidad encargada de estos procesos es la Fiscalía Especializada en Delincuencia Organizada Transnacional e Internacional (FEDOTI), cuya intervención fue determinante en la obtención de la sentencia. Como reflejo directo de la resolución judicial, se evidencia que dicha unidad fiscal articuló acciones conjuntas, con los titulares marcarios y con agentes especializados de la Unidad Nacional de Delitos Aduaneros y Régimen de Desarrollo de la Policía Nacional, lo que permitió la recolección de pruebas contundentes que demostraron la existencia de una red criminal estructurada.
Una vez configurados los elementos que sustentaban la existencia de la organización delictiva, el análisis financiero y tecnológico permitió rastrear el movimiento de flujos de dinero entre sus integrantes, e intercambio de comunicaciones, lo que evidenció no solo la magnitud de la operación, sino también la jerarquía y roles dentro de la estructura criminal. Este enfoque permitió no solo imputar a los ejecutores materiales de los delitos, sino también identificar y sancionar a quienes planificaban y dirigían estas actividades ilícitas.
La aplicabilidad de la figura de asociación ilícita en el proceso investigativo resultó clave, ya que permitió imputar cargos a todos los miembros de la red dedicada a la producción y comercialización de productos falsificados en Ecuador. Esto reafirma la necesidad de una estrategia coordinada en la lucha contra los delitos de propiedad intelectual, asegurando que la respuesta penal alcance tanto a los ejecutores directos como a las estructuras que sostienen y financian estas operaciones ilícitas.
La sentencia emitida en Ecuador constituye un hito en la evolución del derecho penal ecuatoriano y, en un sentido más amplio, en la protección de la propiedad intelectual a nivel regional. Históricamente, la falsificación de marcas ha sido abordada principalmente desde el ámbito del derecho administrativo y civil, mediante sanciones económicas y el decomiso de productos infractores. No obstante, este caso introduce un enfoque penal más amplio, al reconocer que la falsificación de marcas no es únicamente una infracción de propiedad intelectual, sino también una manifestación del crimen organizado. Al considerar que la falsificación forma parte de una estructura criminal con actores que desempeñan roles específicos, se da un paso adelante en la perspectiva del delito económico, equiparándola a otras formas de crimen organizado.
La lucha contra la falsificación de marcas en Ecuador ha representado un desafío constante para los profesionales dedicados a la protección de la propiedad intelectual. Sin embargo, los esfuerzos institucionales y jurídicos han dado resultados concretos cuando se articulan estrategias eficaces, como en el presente caso, donde se rompe con los enfoques tradicionales y se refuerza la aplicación del derecho penal como herramienta clave en la protección de la propiedad intelectual. Este precedente no solo consolida la viabilidad del derecho penal en la persecución de estos delitos, sino que también envía un mensaje disuasivo a quienes consideran rentable la participación en redes de falsificación de marcas.
Este caso evidencia que la lucha contra la falsificación de marcas no puede abordarse de manera aislada. La coordinación entre la Fiscalía, la Policía Nacional y los titulares de derechos marcarios no solo fue esencial para identificar, desarticular y sancionar a la red criminal involucrada, sino que también sentó un precedente para futuras acciones. La sentencia obtenida no es solo un logro jurídico, sino un mensaje claro de que el uso de herramientas legales adecuadas permite avanzar en la protección de la propiedad intelectual y en la defensa de un mercado justo.
Más allá de la victoria judicial, este fallo marca un punto de inflexión en la forma en que se enfrentan estos delitos en Ecuador. Refuerza la necesidad de fortalecer las capacidades institucionales, promover marcos normativos eficaces y fomentar la cooperación entre el sector público y privado. La lucha contra la falsificación no termina con una resolución judicial, por el contrario, exige un esfuerzo constante que combine vigilancia, actualización legislativa e implementación de políticas públicas efectivas. Solo mediante un enfoque completo y sostenido se podrá garantizar un entorno comercial seguro, equitativo y respetuoso de los derechos de propiedad intelectual.
Centro de Lucha contra la Falsificación y la Protección del Producto de la Universidad Estatal de Michigan (A-CAPP). (2021). Un mundo totalmente nuevo: Informe de la conferencia sobre América Latina. Michigan State University.
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La protección de la propiedad intelectual (PI) es un componente esencial para fomentar la innovación y salvaguardar los intereses comerciales de creadores y empresas. Sin embargo, garantizar su efectividad requiere más que un marco legal: se necesita un sistema sólido de enforcement, o aplicación efectiva, capaz de enfrentar los desafíos regionales y proteger los derechos exclusivos de los titulares.
El enforcement implica un conjunto amplio de medidas para hacer cumplir las normas de propiedad intelectual, desde la prevención y el monitoreo hasta la persecución de las infracciones. En Latinoamérica, los delitos contra la PI van desde la falsificación de productos hasta la reproducción y distribución no autorizada de obras protegidas. Su impacto no solo se limita al ámbito económico, sino que también afecta la percepción de seguridad jurídica y limita la competitividad empresarial.
El carácter dual de los derechos de PI—con un componente tanto patrimonial como moral—subraya la importancia de abordarlos desde una perspectiva holística. Por un lado, se protege la capacidad creativa y el esfuerzo individual del autor o inventor, y por otro, se busca mantener un entorno competitivo y justo. La Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI) ha destacado que una estrategia de enforcement eficaz requiere equilibrar las medidas punitivas con políticas de sensibilización y cooperación, sobre todo en mercados vulnerables a la informalidad.
El sistema penal es una pieza clave en la protección de la PI, ya que establece las bases para sancionar conductas que atentan contra la exclusividad de uso de marcas, patentes y otras creaciones protegidas. No obstante, la aplicación efectiva de las sanciones depende de varios factores, como la claridad de los marcos legales y la coherencia en su ejecución.
Los delitos contra la PI son considerados de peligro abstracto, es decir, no es necesario que se demuestre un daño concreto para que se considere infringido el bien jurídico protegido. Esta característica refuerza el principio de prevención, ya que busca inhibir comportamientos infractores antes de que se materialicen daños mayores.
En este contexto, es fundamental entender la diferencia entre los bienes protegidos. Mientras que los derechos de autor tienen un carácter personalista que prioriza la paternidad de la obra, los derechos industriales, como las marcas y patentes, están más ligados al aspecto económico de la competencia. Por ello, las sanciones penales deben considerar estas particularidades para ser verdaderamente efectivas.
La falsificación de productos y las imitaciones ilegales aprovechan la demanda generada por promociones exclusivas de empresas legítimas. Este fenómeno, común en fechas comerciales clave, revela una estrategia deliberada por parte de redes criminales para atraer consumidores con ofertas fraudulentas que simulan campañas originales, generando un ciclo continuo de confusión en el mercado.
Además de los daños económicos, estas prácticas afectan la reputación de las marcas y erosionan la confianza de los consumidores, quienes pueden verse involucrados en situaciones de riesgo al adquirir productos defectuosos o inseguros. Esta dinámica, potenciada por el auge del comercio electrónico y la proliferación de plataformas digitales, facilita la expansión de la piratería más allá de los mercados físicos, incrementando la complejidad del problema.
Por tanto, para hablar de acciones de enforcement eficaces, se debe contemplar acciones conjuntas entre autoridades, empresas y organismos internacionales para identificar patrones de fraude y actuar antes de que estos alcancen un impacto masivo. Esto incluye desde la implementación de sistemas de monitoreo avanzado hasta campañas de educación dirigidas al público para fomentar un consumo informado y consciente.
La regulación responsiva plantea la necesidad de adaptar las medidas según la gravedad de la infracción y el comportamiento del infractor. Este modelo, representado a través de una “pirámide de cumplimiento”, sugiere iniciar con medidas preventivas, como cartas de advertencia, reuniones informativas y capacitaciones para sensibilizar a los agentes económicos. Estas acciones no solo buscan informar, sino generar un cambio en la percepción sobre los derechos de propiedad intelectual y promover el cumplimiento voluntario.
Sin embargo, cuando estas medidas iniciales no surten efecto, se procede a intensificar las acciones mediante auditorías más frecuentes, inspecciones y la emisión de sanciones progresivas. En el ámbito penal, estas medidas deben considerar tanto los efectos directos de la infracción como su impacto en la confianza del mercado y en la cadena de valor de la innovación. Un caso ejemplar es la sanción a redes de falsificación, que además de castigar el delito, envía un mensaje disuasorio a posibles infractores, fortaleciendo el entorno de legalidad.
Finalmente, estas medidas deben complementarse con campañas de sensibilización dirigidas al público y a las empresas para evitar que, incluso sin intención, los consumidores contribuyan al ciclo de piratería. Este enfoque tiene como objetivo establecer una red de protección que aborde tanto la prevención como la corrección de las conductas, garantizando un equilibrio entre sanción y educación para fortalecer la cultura de respeto a la propiedad intelectual.
La diversidad de realidades económicas y culturales en la región plantea desafíos significativos para el enforcement. La persistencia de mercados informales, la alta demanda de productos de bajo costo y la limitada percepción sobre los derechos de los autores y titulares dificultan la tarea de erradicar la piratería.
Además, los vacíos legales o la falta de armonización de las normativas regionales pueden generar inconsistencias que los infractores aprovechan para operar en zonas grises. La armonización de criterios y el fortalecimiento de los mecanismos de intercambio de información son pasos clave para contrarrestar este problema.
Un sistema de protección de PI debe ir más allá de la simple imposición de sanciones. Es necesario promover una cultura de respeto hacia la creatividad y la innovación mediante políticas educativas, campañas de concienciación y el reconocimiento del valor de los derechos de autor y de la propiedad industrial.
La colaboración público-privada es también un factor decisivo. Las alianzas entre gobiernos, organismos internacionales y el sector privado permiten compartir experiencias, optimizar recursos y diseñar estrategias más eficaces para combatir la piratería y la falsificación. Asimismo, es fundamental fomentar el uso de herramientas tecnológicas avanzadas, como sistemas de trazabilidad y monitoreo digital, para identificar patrones de conducta y anticipar amenazas.
La protección de la propiedad intelectual en Latinoamérica requiere un enfoque multidimensional que combine prevención, sanción y sensibilización. El enforcement efectivo debe garantizar tanto la defensa de los derechos individuales de los creadores como la integridad del mercado y la seguridad de los consumidores. Solo a través de una estrategia coordinada, flexible y sostenible se podrá consolidar un entorno donde la innovación prospere y los derechos de los titulares sean plenamente respetados.
Organización Mundial de la Propiedad Intelectual (OMPI).
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La reciente sentencia condenatoria por asociación ilícita en un caso de propiedad intelectual en Ecuador marca un paso trascendental en la protección de los derechos de marcas internacionales frente a la comercialización de productos falsificados. Este fallo no solo representa un precedente legal en Ecuador, sino que también refleja un esfuerzo consolidado entre el sector privado y las instituciones públicas para desarticular redes de falsificación y fortalecer el sistema de justicia. La resolución judicial emite un mensaje inequívoco: quienes vulneren los derechos marcarios se enfrentarán a consecuencias legales proporcionales a la magnitud de sus acciones.
El proceso penal, tramitado en la jurisdicción de Loja, tuvo su origen en denuncias interpuestas por diversas marcas internacionales afectadas por la venta de productos falsificados. La Fiscalía, en coordinación con los representantes legales, documentó el funcionamiento de una red con roles bien definidos, evidenciando que se trataba de un esquema organizado y no de hechos aislados. Este caso pone de manifiesto la complejidad de las operaciones ilegales que buscan debilitar la estructura del mercado legítimo.
El caso se distinguió por la precisión de las investigaciones y el manejo estratégico de los recursos probatorios (elementos de convicción). La colaboración entre diversas entidades permitió no solo identificar a los responsables directos, sino también revelar los mecanismos mediante los cuales la red distribuía productos falsificados en puntos estratégicos de la región.
Investigación y Recopilación de Pruebas
Desde las primeras denuncias, se estableció un plan de trabajo que priorizó la recolección de pruebas que demostraran el alcance y modus operandi de la red delictiva. La reconstrucción de las actividades de los implicados incluyó el análisis de transacciones sospechosas, inventarios irregulares y declaraciones de testigos protegidos.
Las evidencias más destacadas apuntaban a registros documentales que reflejaban movimientos sospechosos en inventarios y facturas inconsistentes, así como información clave obtenida a partir del monitoreo de comunicaciones y el análisis de los dispositivos incautados durante el operativo. También se consideraron informes técnicos sobre la autenticidad de la mercancía, que ilustraban con precisión los indicios de falsificación. Este cúmulo de elementos permitió comprender la magnitud y complejidad de la red sin entrar en detalles técnicos innecesarios sobre el procedimiento investigativo, poniendo el énfasis en el impacto de estas acciones y sus implicaciones legales.
Los procesados se acogieron al procedimiento abreviado, una herramienta contemplada en el COIP que permite acelerar el proceso judicial mediante la aceptación de responsabilidad y, con ello, obtener una reducción de la pena. La colaboración entre nuestro equipo legal y la Fiscalía fue un esfuerzo unificado que garantizó la integración legítima y consistente de las pruebas al proceso. Este enfoque permitió identificar con claridad a los responsables operativos y evidenció cómo las decisiones de los líderes reforzaban el funcionamiento de la estructura criminal, sin entrar en detalles técnicos innecesarios sobre el procedimiento investigativo.
Evaluación y Preparatoria de Juicio
Durante el desarrollo de esta etapa penal, se presentaron las pruebas, mostrando cómo cada elemento aportaba a la reconstrucción de este sistema criminal. Las audiencias preprocesales fueron clave para evidenciar la existencia de una organización con una jerarquía clara y un plan de acción definido.
En las audiencias se destacaron elementos fundamentales que contribuyeron a fortalecer la presentación de la acusación. Entre ellos, los informes de peritos en propiedad intelectual que explicaron la relevancia de los indicadores de autenticidad y cómo estos evidenciaron la falsificación de los productos y documentos financieros que evidenciaron transacciones irregulares y cuentas asociadas a los responsables, reafirmando la existencia de ganancias ilícitas derivadas de la comercialización de productos falsificados.
Este conjunto de elementos reforzó la narrativa del caso y puso de relieve la complejidad de la operación investigada. La argumentación durante las audiencias logró reforzar la idea de que la operación no solo buscaba lucrar a través de la falsificación, sino que empleaba estrategias para evitar controles legales y perpetuar sus actividades de manera discreta.
Sentencia y Precedentes
La sentencia emitida ratificó la culpabilidad de los procesados y subrayó la importancia de incluir la figura de asociación ilícita en este tipo de casos. Esta figura legal permitió abordar el delito desde una perspectiva más amplia, evidenciando que los actos de falsificación no eran eventos aislados, sino parte de una trama estructurada que requería una planificación conjunta y roles específicos.
La relevancia de la figura de asociación ilícita radica en su capacidad para sancionar de manera integral la colaboración entre múltiples individuos que participan en la comisión de infracciones. Esta sentencia refuerza el criterio de que la respuesta jurídica debe estar a la altura de la sofisticación de las redes criminales. En nuestro próximo análisis, exploraremos a profundidad los alcances de esta figura y cómo fortalece la defensa de la propiedad intelectual en casos de alta complejidad.
Este fallo representa un antes y un después en la protección de los derechos marcarios en Ecuador y contribuye a afianzar la confianza en el sistema de justicia. Más allá de la resolución específica, la sentencia establece un precedente que influirá en la manera en que se aborden futuros procesos relacionados con la falsificación y la piratería.
Implicaciones Clave:
Este resultado refleja el éxito de un esfuerzo colectivo en el que cada actor cumplió un rol crucial: desde la Fiscalía hasta nuestro equipo de abogados y peritos, todos contribuyeron a la construcción de un caso robusto que desmanteló un esquema delictivo y sentó las bases para procedimientos futuros.
El fallo subraya la necesidad de mantener y fortalecer la colaboración entre las partes involucradas. La experiencia derivada de este caso demuestra que la defensa de la propiedad intelectual no debe limitarse a la reacción ante los delitos, sino que debe incorporar estrategias preventivas, educativas y sancionadoras.
Como representantes legales de las marcas afectadas, reafirmamos nuestro compromiso de seguir implementando medidas de protección y promover buenas prácticas comerciales. La lucha contra la falsificación demanda un análisis constante de los riesgos y una actualización de los procedimientos legales que responda a las nuevas dinámicas del mercado.
Además, la colaboración con organismos internacionales será esencial para combatir redes con vínculos transnacionales. Fortalecer alianzas globales permitirá compartir recursos y experiencias, mejorando la capacidad de respuesta ante operaciones complejas.
Este caso reafirma que, con planificación estratégica y cooperación efectiva, es posible cerrar los márgenes de acción de quienes buscan desestabilizar el comercio legal. La protección de la propiedad intelectual es un componente clave para fomentar la innovación, la lealtad de los consumidores y la competitividad justa.
En un mundo donde la moda se ha convertido en su propia industria, la propiedad intelectual (PI) toma una relevancia fundamental. Recientemente, esta industria ha sido testigo de una disputa legal entre dos gigantes del fast fashion: Shein y Temu. Shein, conocido por su capacidad para seguir las últimas tendencias y ponerlas a disposición del público en tiempo récord, ha acusado a Temu de copiar diseños y apropiarse de secretos industriales. Este conflicto no solo refleja la intensa competencia en el mercado global de la moda, sino que también resalta la importancia crítica de la PI para proteger la creatividad y la innovación en esta industria.
El caso Temu vs. Shein es un claro ejemplo de cómo la PI puede ser un campo de batalla clave para las empresas que buscan proteger sus activos intangibles más valiosos. En un sector donde la innovación y la exclusividad son fundamentales, cualquier intento de apropiación indebida de diseños o ideas puede tener consecuencias devastadoras para las marcas. La importancia de este caso radica en su potencial para establecer precedentes que podrían afectar no solo a estas dos empresas, sino a toda la industria de la moda en su conjunto. Además, pone de relieve la necesidad de una regulación efectiva que proteja los derechos de PI en un entorno cada vez más digitalizado y globalizado.
Este artículo ofrece una visión profunda de la disputa legal entre Temu y Shein, explorando los detalles del caso y su impacto en la industria de la moda. Asimismo, se analizarán los diferentes tipos de protección de PI disponibles para los diseñadores y marcas, y se revisarán casos anteriores que han marcado la historia de la moda en términos de PI. Finalmente, se discutirán los desafíos que enfrentan los creadores para proteger sus diseños y se propondrán soluciones que podrían fortalecer la defensa de la PI en este sector.
La disputa entre Temu y Shein comenzó cuando Shein presentó una demanda alegando que Temu había incurrido en el robo de secretos industriales y en la falsificación de diseños exclusivos. Según los documentos judiciales, Shein acusó a Temu de replicar sus productos y de utilizar información confidencial para lanzar artículos muy similares a un precio inferior. Estas acciones, según Shein, no solo violan los derechos de PI de la empresa, sino que también constituyen una competencia desleal, ya que Temu habría obtenido una ventaja competitiva al no invertir en la creación y desarrollo original de los productos.
Temu ha respondido a estas acusaciones de manera contundente, negando rotundamente cualquier mala conducta. La empresa afirma que todos sus productos son el resultado de un proceso de diseño independiente y que no han utilizado ninguna información confidencial de Shein. Además, Temu ha contraatacado argumentando que Shein está utilizando tácticas legales agresivas para intentar monopolizar el mercado y sofocar a sus competidores. Según Temu, este tipo de demandas son un intento de disuadir a otros actores del mercado y de consolidar la posición dominante de Shein en el sector del fast fashion.
El desarrollo de este caso podría tener implicaciones significativas para la industria de la moda. Si el tribunal falla a favor de Shein, podría sentar un precedente que refuerce la protección de los secretos industriales y los diseños exclusivos en el sector. Por otro lado, un fallo favorable a Temu podría abrir la puerta a una mayor competencia en el mercado, con empresas que se sientan más seguras para innovar sin el temor constante a ser demandadas por gigantes de la moda. En cualquier caso, el resultado de esta disputa será observado de cerca por todas las empresas del sector.
La propiedad intelectual, con el tiempo, se ah convertido en ese componente esencial para la protección de los diseños en la industria de la moda. En el entorno donde la copia y la imitación son prácticas comunes, los diseñadores y marcas dependen de varios tipos de protección legal para salvaguardar su trabajo. Los derechos de autor, por ejemplo, protegen las obras originales de autoría, lo que en el contexto de la moda puede incluir bocetos, patrones y ciertas creaciones artísticas que se reflejan en el diseño de prendas y accesorios. Aunque los derechos de autor no cubren la funcionalidad de un artículo, sí son cruciales para proteger su expresión estética.
Además de los derechos de autor, las marcas registradas son otro pilar fundamental en la protección de la PI en la moda. Una marca registrada protege los signos distintivos, como logotipos, nombres comerciales y eslóganes, que identifican y diferencian los productos de una empresa en el mercado. Esto es particularmente importante en la moda, donde el reconocimiento de marca puede ser un factor decisivo para el éxito comercial. Las patentes, aunque menos comunes en este sector, pueden proteger innovaciones técnicas, como nuevos tejidos o métodos de producción, que ofrecen ventajas competitivas a las marcas.
La importancia de proteger los diseños y otros activos de PI en la moda no puede ser subestimada. En un mercado saturado donde las tendencias cambian rápidamente, las marcas deben poder proteger su originalidad y evitar que otros se aprovechen de su creatividad. Sin una protección adecuada de la PI, los diseñadores pueden enfrentar pérdidas significativas, no solo en términos de ingresos, sino también en la reputación y el valor de marca. Por eso, la PI es un elemento clave para garantizar que la innovación y la creatividad sigan siendo recompensadas en la industria de la moda.
La moda ha sido escenario de numerosas disputas legales que han sentado precedentes importantes en la protección de la PI. Uno de los casos más emblemáticos es el de Gucci vs. Guess, donde Gucci acusó a Guess de copiar varios de sus diseños de logotipos y patrones. El tribunal finalmente falló a favor de Gucci, estableciendo que las similitudes entre los productos de Guess y los de Gucci eran lo suficientemente significativas como para constituir una infracción de PI. Este caso subrayó la importancia de las marcas registradas en la moda y reforzó la necesidad de proteger los elementos distintivos de una marca.
Otro caso relevante es el de Louboutin vs. Saint Laurent, que se centró en la protección del color rojo en las suelas de los zapatos de Louboutin. Louboutin demandó a Saint Laurent por utilizar su característico color rojo en la suela de algunos de sus modelos. Aunque inicialmente el tribunal negó la protección del color, finalmente se reconoció que el uso del color rojo por parte de Louboutin en la suela de sus zapatos había adquirido un carácter distintivo que merecía protección. Este caso es un ejemplo claro de cómo los elementos visuales, aunque aparentemente simples, pueden ser protegidos bajo la PI si se asocian de manera significativa con una marca.
Estos casos, entre otros, han influido en la legislación actual y han reforzado la importancia de la PI en la moda. Las lecciones aprendidas de estos precedentes son claras: las marcas deben ser proactivas en la protección de sus activos de PI, y los diseñadores deben estar conscientes de los derechos que tienen para proteger su trabajo. Además, estos casos han demostrado que la PI no solo es una herramienta defensiva, sino también una estrategia ofensiva que puede ser utilizada para consolidar la posición de una marca en el mercado.
A pesar de la importancia de la PI, los diseñadores y marcas enfrentan varios desafíos al tratar de proteger sus creaciones. Uno de los problemas más comunes es la dificultad y el costo asociado con el registro de diseños. En muchos países, el proceso de registro puede ser largo y costoso, lo que desalienta a pequeños diseñadores y empresas emergentes. Además, incluso cuando un diseño está registrado, puede ser difícil y costoso hacer cumplir esos derechos en mercados globales donde las leyes de PI varían considerablemente.
Otro desafío significativo es la rápida evolución de las tendencias en la moda. Debido a que las tendencias cambian tan rápidamente, los diseñadores a menudo se enfrentan a la presión de lanzar nuevos productos antes de que puedan registrar adecuadamente sus diseños. Esto crea una ventana de vulnerabilidad donde los diseños pueden ser copiados y comercializados por otros antes de que se otorgue protección legal. Además, en el entorno digital actual, la copia y distribución de diseños se ha vuelto más fácil que nunca, exacerbando estos desafíos.
Para superar estos desafíos, los diseñadores y marcas pueden adoptar varias estrategias. Una de ellas es la implementación de tecnologías emergentes como blockchain, que puede ser utilizada para registrar y rastrear la autoría de un diseño en tiempo real. Esto no solo ayuda a proteger los derechos de PI, sino que también facilita la prueba de la autoría en caso de disputas legales. Además, es crucial que las marcas inviertan en vigilancia activa del mercado y en la creación de acuerdos contractuales sólidos con sus socios comerciales para prevenir la copia y el uso no autorizado de sus diseños.
La disputa entre Temu y Shein es un claro recordatorio de la importancia de la PI en la industria de la moda. A medida que las marcas compiten en un mercado cada vez más globalizado y digital, la protección de los activos de PI se convierte en un factor clave para el éxito a largo plazo. La PI no solo protege la creatividad y la innovación, sino que también garantiza que los diseñadores y marcas puedan obtener el reconocimiento y la compensación que merecen por su trabajo. En un sector donde la originalidad es la clave, la PI es esencial para asegurar un futuro sostenible y próspero para la industria de la moda.
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En el contexto del comercio internacional, la protección de la propiedad intelectual se ha convertido en un puntoimportante a la hora de salvaguardar los derechos de los creadores y titulares de marcas. En un reciente operativo realizado por el Servicio Nacional de Aduana del Ecuador (SENAE) en la provincia del Guayas - Ecuador pone de manifiesto la importancia de estas medidas. El decomiso de producto deportivo de procedencia extranjera, en su mayoría réplicas de marcas reconocidas, destaca los desafíos y la necesidad de una vigilancia constante para combatir la piratería y el comercio ilícito.
El mercado globalizado actual permite una circulación rápida y extensa de bienes y servicios, lo cual, si bien fomenta el comercio y el crecimiento económico, también facilita la propagación de productos falsificados. Estas falsificaciones no solo erosionan los ingresos de las marcas legítimas, también socavan la confianza de los consumidores. Las economías de escala que benefician a las industrias también se vuelven herramientas para aquellos que buscan lucrar ilegalmente con imitaciones de productos populares.
Además, la tecnología ha jugado un doble papel en esta dinámica. Mientras que las innovaciones tecnológicas han mejorado la capacidad de vigilancia y control de las aduanas, también han permitido a los falsificadores producir y distribuir réplicas de alta calidad con mayor facilidad. Este escenario plantea un desafío constante para las autoridades encargadas de proteger la propiedad intelectual y mantener la integridad del comercio internacional.
La protección de la propiedad intelectual es crucial para mantener la integridad del mercado y fomentar la innovación. Las marcas y patentes no solo representan activos para las empresas, también son indicativos de calidad y confianza para los consumidores. En el caso de la aprehensión realizada por SENAE, se evidenció una clara violación de los derechos de propiedad intelectual, al encontrarse en los productos incautados réplicas de marcas reconocidas como Nike, Adidas y Jordan. Estas falsificaciones no solo afectan económicamente a los titulares de las marcas, sino que también pueden poner en riesgo a los consumidores debido a la falta de controles de calidad en los productos piratas.
La presencia de productos falsificados en el mercado también tiene un impacto negativo en la economía general. Las marcas legítimas invierten significativamente en investigación y desarrollo para crear productos innovadores y de alta calidad. La piratería socava estos esfuerzos al ofrecer copias más baratas y de menor calidad, lo que puede llevar a una disminución en las ventas de productos originales y, en consecuencia, a una reducción en la inversión futura en innovación. Esto crea un círculo vicioso donde la capacidad de las empresas para desarrollar nuevos productos y mejorar los existentes se ve comprometida.
Además, la piratería y la falsificación están frecuentemente vinculadas a actividades delictivas más amplias, incluyendo el lavado de dinero y el financiamiento de organizaciones criminales. Esto no solo plantea riesgos económicos y de seguridad, sino que también representa un desafío significativo para las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley. La lucha contra la piratería y la falsificación requiere una cooperación efectiva y la implementación de tecnologías avanzadas para rastrear y desmantelar estas redes ilícitas.
El operativo llevado a cabo en Guayaquil sigue el marco legal que respalda las acciones de aprehensión y custodia de mercancías. Basándose en los artículos 258 y 259 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) y el Art. 211 del Código Orgánico de la Producción, Comercio e Inversiones (COPCI), las autoridades aduaneras procedieron a la incautación de los productos que no contaban con la documentación que acreditara su legal ingreso y movilización en el país. Este procedimiento garantiza que las mercancías aprehendidas sean manejadas adecuadamente, preservando la cadena de custodia y asegurando que se cumplan las normativas vigentes.
El proceso de aprehensión no solo implica la identificación y confiscación de los productos falsificados, sino también una serie de pasos administrativos y legales que aseguran la integridad del procedimiento. Una vez incautadas, las mercancías deben ser almacenadas en condiciones que eviten su deterioro y pérdida, mientras se lleva a cabo una investigación más detallada. Este manejo cuidadoso es crucial para mantener la validez de las pruebas en caso de que se inicien procesos judiciales contra los responsables de la importación y distribución de los productos falsificados.
La intervención de especialistas en propiedad intelectual refuerza la capacidad para enfrentar estas infracciones de manera efectiva. Los profesionales no solo aportan su conocimiento en leyes de propiedad intelectual, sino que también asisten en la navegación de procedimientos legales que pueden involucrar múltiples jurisdicciones y actores nacionales e internacionales. La colaboración entre las autoridades aduaneras y abogados especializados es vital para asegurar que los casos de piratería sean tratados con la seriedad y precisión necesarias.
Para combatir eficazmente el comercio ilícito y la piratería, es esencial que los organismos de control aduanero implementen estrategias robustas y tecnológicamente avanzadas. El uso de sistemas de vigilancia inteligente, como cámaras de alta resolución y software de reconocimiento de patrones, permite a las aduanas detectar productos falsificados con mayor precisión y rapidez. Estas tecnologías, combinadas con bases de datos globales que rastrean productos legítimos y falsificados, mejoran significativamente la capacidad de respuesta de las autoridades aduaneras.
La colaboración internacional también juega un papel crucial en la lucha contra la piratería. Los acuerdos y tratados internacionales, como el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC), establecen estándares y procedimientos que los países deben seguir para proteger la propiedad intelectual. La cooperación entre países permite el intercambio de información y recursos, lo que ayuda a identificar y desmantelar redes de falsificación transnacionales. Esta colaboración puede incluir operaciones conjuntas, capacitaciones compartidas y el desarrollo de estrategias comunes para abordar problemas específicos.
Adicionalmente, la capacitación continua del personal aduanero es fundamental. Las técnicas de falsificación evolucionan constantemente, y es crucial que los agentes aduaneros estén al tanto de las últimas tácticas utilizadas por los falsificadores. Programas de formación y actualizaciones regulares aseguran que el personal aduanero tenga las habilidades y conocimientos necesarios para identificar productos falsificados de manera efectiva. La sensibilización de los importadores y comerciantes sobre las implicaciones legales y económicas de la piratería también es crucial para crear un entorno de comercio más seguro y transparente.
El decomiso de calzado falsificado en Guayaquil subraya la importancia de la protección de la propiedad intelectual en el comercio internacional. La implementación de procedimientos legales rigurosos y la cooperación entre entidades aduaneras y especialistas en propiedad intelectual son vitales para combatir la piratería. Al fortalecer estas medidas, no solo se protege a las marcas y a los consumidores, sino que también se promueve un mercado más justo y seguro.
La vigilancia y el compromiso continuo son esenciales para enfrentar los desafíos de la piratería y garantizar el respeto a los derechos de propiedad intelectual a nivel global. La inversión en tecnología, la formación del personal y la cooperación internacional deben ser pilares fundamentales en esta lucha. Solo a través de un enfoque coordinado y persistente se puede asegurar que la propiedad intelectual sea protegida adecuadamente, fomentando así la innovación y la confianza en el mercado global.